Este miércoles 10 de diciembre continúa la búsqueda de Thiago, el niño de 13 años que se sumergió en el río Neuquén cuando pasaba una tarde con su familia y nunca salió a la superficie. El hecho ocurrió el lunes en una zona no habilitada como balneario, cerca del barrio Nueva España de Centenario.
Thiago pasaba el día con su familia cuando se metió al agua y no salió más. Sus allegados relataron que cuando oyeron gritos, miraron hacia el agua y sólo lo vieron pedir auxilio. Todo ocurrió en un segundo y no alcanzaron a sumergirse para rescatarlo.
La Secretaría de Emergencias y Gestión de Riesgos encabeza el operativo con drones, embarcaciones y equipos en territorio, junto a personal del SIEN y Protección Civil. Desde entonces su familia ha recibido apoyo psicológico, ya que su madre permanece en la costa, negándose a abandonar en lugar en caso de que se sepa algo de su hijo.
Los trabajos de este miércoles se enfocaron más allá del "punto cero", es decir el sector de la desaparición, río abajo rumbo al Tercer Puente que une Neuquén con Cipolletti. Tanto los buzos como Prefectura recorren la zona desde las 6 de la mañana hasta alrededor de las 19, cuando comienza a bajar el sol y la visibilidad complica las tareas.
Los encargados del operativo comentaron que la búsqueda podría extenderse más allá del puente, llegando hasta el Club Independiente o la Confluencia con el Río Limay, abarcando un amplio territorio. Destacaron que hay buenas condiciones meteorológicas, lo cual ayuda a que la búsqueda sea más fácil y rápida.
En cuanto a las hipótesis, como ya han pasado tres días suponen que buscan un cuerpo, aunque también se han hecho rastrillajes con perros por la costa, pero las probabilidades de que esté allí serían nulas. Sin embargo las tareas continuarán hasta agotar todas las posibilidades.
Cómo son las características del lugar donde buscan
Los expertos que están en el territorio han explicado que aunque se ve como una zona calma y la profundidad parece poca, existen pozones y vegetación que puede complicar a cualquiera que se sumerja, ya que puede quedar atrapada con alguna raíz o alga. Desde el lado de Río Negro la correntada es más fuerte y puede arrastrar desde troncos hasta personas.
Han descripto que sobre el lado de enfrente, es decir ya en territorio rionegrino, hay una profundidad de hasta 12 metros, significando un riesgo tanto para quienes no saben nadar como para quienes sí, ya que el comportamiento del agua es impredecible.