Una trabajadora del área de Tesorería del Casino del Río de Cipolletti fue despedida con causa luego de que las cámaras de seguridad registraran ingresos no autorizados a la bóveda, manipulaciones indebidas de los contenedores de recaudación y movimientos contrarios a los protocolos internos. La Cámara del Trabajo confirmó la legalidad de la decisión empresarial y rechazó la demanda iniciada por la empleada, al considerar que su conducta resultó incompatible con la confianza que exige el manejo de fondos.
El corazón de la historia está en las grabaciones: cada ingreso solitario a la bóveda, cada maniobra para obstruir la visión de los dispositivos de vigilancia y cada manipulación de los “drop box” sin autorización quedaron registrados. Las imágenes no dejaron margen para la duda: las diferencias en los montos declarados coincidían siempre con los turnos de la trabajadora.
El momento más revelador también quedó filmado. Al retirarse del establecimiento, personal de seguridad la interceptó y, en presencia de un escribano, se constató que llevaba consigo una suma importante de dinero sin declarar. La cámara mostró el instante exacto en que la sospecha se transformó en prueba. Con ese hallazgo, la empresa notificó el despido con causa mediante acta notarial.
Los testigos del área de vigilancia, seguridad y administración fueron categóricos: las irregularidades solo ocurrían cuando la empleada estaba de turno. Además, remarcaron que no existía ninguna necesidad operativa para los movimientos que realizaba dentro de la bóveda. Las cámaras, una vez más, confirmaban lo que los ojos humanos ya sospechaban.
El fallo judicial
El tribunal por mayoría valoró la prueba testimonial, documental y técnica, pero fue claro: las grabaciones fueron la pieza clave. El voto mayoritario destacó que la empresa actuó de manera inmediata al constatar las irregularidades y que comunicó la decisión en forma clara y fundada. La conducta de la trabajadora, repetida y registrada en video, resultó incompatible con las funciones que desempeñaba.
Con esos fundamentos, la Cámara del Trabajo de Cipolletti resolvió rechazar la demanda iniciada por la trabajadora y confirmó la legalidad del despido con causa comunicado por el casino. Una historia donde las cámaras de seguridad no solo vigilaron: también narraron, probaron y sentenciaron.