Rusia desarrolló elecciones regionales, en las que Rusia Unida, el partido del actual presidente ruso, Vladimir Putin, se impuso cómodamente. Sin embargo, organizaciones locales y extranjeras denunciaron irregularidades en los comicios y fraude.
El dato más saliente es que de la misma participaron las regiones recientemente anexadas por Rusia, que pertenecen a Ucrania. Se trata de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón. En todas, Rusia Unida obtuvo, como era de esperar, un abrumador triunfo. En Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, que han tenido una participación de entre el 65 por ciento y el 76 por ciento, Rusia Unida ha obtenido entre el 74,6 por ciento y el 83,1 por ciento de los votos, según datos de la Comisión Electoral de Rusia citados por la agencia de noticias TASS. Durante la jornada de elecciones, drones rusos intentaron atacar el colegio electoral de Zapotiyia.
En Moscú, la capital del país, las autoridades han registrado "la mayor participación en 20 años" con un 43 por ciento. Todos los registros de quienes triunfaron fueron abrumadores. Es decir, Putin se encargó no solo de que sus candidatos y dirigentes afines ganaran, sino de que lo hicieron por amplia mayoría.
Según la propia agencia, las regiones de Jakasia y de Chukotka son las únicas en las que el líder electo, en este caso Valentin Konovalov (del Partido Comunista de la Federación de Rusia) y Vladislav Kuznetsov (de Rusia Unida) han obtenido menos del 70 por ciento de los votos. Las votaciones han durado hasta tres días en la mayor parte de las regiones de Rusia, con excepción de Omsk, que duraron dos, y de Tyumen, Bashkiria y Buryatia, en las que duraron una sola jornada.