Naciones Unidas emitió un informe en el que denuncia que el gobierno de Daniel Ortega aumentó de forma exponencial las violaciones de los derechos humanos el último año. Según el informe, la intensa represión ejercida por el Gobierno de Daniel Ortega y su entorno prácticamente ha conseguido eliminar todas las voces opositoras o críticas dentro del país.
El reporte del Grupo de Derechos Humanos sobre Nicaragua afirma que el gobierno de Ortega perpetra "abusos y crímenes" para "eliminar todas las voces críticas y disuadir, a largo plazo, cualquier nueva organización e iniciativa de movilización social".
"El presidente Ortega, la vicepresidenta (Rosario) Murillo y los funcionarios de alto nivel identificados en la investigación deben rendir cuentas ante la comunidad internacional", señaló el presidente del grupo, Jan Simon. El crimen consiste en perseguir a su propio pueblo, teniendo como blancos principales a estudiantes universitarios, pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos y miembros de la Iglesia católica y de otras confesiones cristianas, agregó.
Según Naciones Unidas, el objetivo es impedir el nacimiento de cualquier iniciativa destinada a movilizar a la ciudadanía. "La persecución de personas opositoras o percibidas como tales se ha vuelto más sutil", afirma el informe, que se presentará hoy también al Consejo de Derechos Humanos.