Gerson de Melo Machado, un joven de 19 años, falleció el domingo pasado en un trágico incidente en el zoológico de la ciudad de João Pessoa, en el noreste de Brasil, después de irrumpir en el recinto donde se encontraba una leona. El joven, conocido por su fascinación por los animales, había escalado una pared de más de seis metros y sorteado varias rejas de seguridad para ingresar al área restringida del Parque Zoobotánico Arruda Câmara, donde fue atacado por el animal. La tragedia fue registrada por varios testigos, quienes documentaron los momentos de terror antes de la intervención de las autoridades.
Según un informe del Jornal da Paraíba, Gerson Machado sufría de esquizofrenia, un trastorno mental que lo había acompañado durante varios años. En octubre, un fallo judicial determinó que el joven era inimputable debido a su enfermedad. El juez Rodrigo Marques de Silva Lima había ordenado su internación en un Centro de Asistencia Psicosocial, pero las autoridades aclararon que este centro no ofrecía internación de 24 horas, lo que permitió que Gerson continuara su tratamiento con libertad de movimiento.
La consejera Verônica Oliveira, quien acompañó a Gerson durante su juventud, explicó que el joven tenía una fuerte fascinación por los leones y soñaba con viajar a África para domarlos. "Desde muy chico hablaba de ir a África, hacer un safari y domar leones", recordó Oliveira, quien también lo describió como un amante de los animales. La consejera detalló que el joven siempre mostró una profunda conexión con los animales y que su sueño de trabajar con ellos lo llevó a intentar acercarse a las fieras del zoológico.
A pesar de sus problemas mentales, Gerson era conocido por su comportamiento tranquilo y su amor por los animales, aunque, según la consejera, su fascinación por los leones era peligrosa, y sus sueños de convertirse en domador de animales exóticos lo colocaron en situaciones de alto riesgo. "Era un joven con una gran pasión por los animales, pero sin la capacidad de comprender las consecuencias de sus acciones", dijo Oliveira.
La familia de Gerson también tenía antecedentes de trastornos psicológicos graves. Su madre y su abuelo padecían enfermedades mentales, lo que podría haber influido en su salud mental a lo largo de su vida. La tragedia generó un debate en Brasil sobre la necesidad de mejorar la atención a las personas con trastornos mentales graves, especialmente aquellas que, como Gerson, no cuentan con un tratamiento adecuado.