La región de Magallanes, en el extremo sur de Chile, ha demostrado una notable capacidad de respuesta ante el terremoto de magnitud 7,5 registrado la mañana del viernes 2 de mayo. Gracias a una cultura de prevención y a la realización de simulacros periódicos, la población evacuó las zonas costeras con orden y calma, siguiendo las indicaciones de las autoridades. Además se bajó de "alerta" a "precaución".
El gobernador regional, Jorge Flies, destacó la importancia de la preparación previa y la coordinación entre las instituciones para enfrentar este tipo de emergencias. En una conferencia de prensa, Flies informó: "Aunque inicialmente se emitió una alerta de tsunami con olas estimadas de hasta 5 metros, las proyecciones se ajustaron a un máximo de 1 metro".
Por ello, la alerta se redujo a un estado de precaución, lo que significa que las personas deben mantenerse alejadas de las zonas de playa, pero sin necesidad de una evacuación total. "Continuará la evacuación sobre esta situación a los lugares más seguros", explicó.
Una comunidad preparada para las alertas
La tranquilidad con la que la comunidad ha enfrentado esta situación se atribuye en gran medida a los simulacros realizados en la región. Por ejemplo, en noviembre de 2023, cerca de 30 mil personas participaron en un ejercicio de evacuación en Punta Arenas, organizado por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) y liderado por el gobernador Flies. Estos simulacros han fortalecido la cultura preventiva y han permitido a la población familiarizarse con los protocolos de emergencia.
Las autoridades continúan monitoreando la situación y han instado a la ciudadanía a mantenerse informada a través de los canales oficiales. Se espera que, con la colaboración de todos, la región supere esta emergencia sin mayores consecuencias.