Un misil, una señal caída y una guerra que ya se transmite en tiempo real
Una imagen congelada. Un rostro que se interrumpe. Y luego, el silencio. Así fue el momento en que un misil israelí impactó este lunes contra el edificio de la televisión estatal de Irán (IRIB) en plena transmisión en vivo desde Teherán. El ataque, grabado y viralizado en redes, evidenció la gravedad de un conflicto que ya se libra tanto en el frente militar como en el mediático.
La periodista Sahar Emami estaba presentando un noticiero cuando, de manera repentina, se detuvo al oír una explosión cercana. La señal se cortó al instante y la pantalla quedó en negro. Horas más tarde, Emami reapareció desde un estudio alternativo, confirmando que resultó ilesa. La sede atacada se encuentra en el tercer distrito de Teherán, una zona advertida como “objetivo militar” por el ejército israelí.
La operación fue confirmada por el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, quien aseguró que el edificio albergaba “la maquinaria de propaganda e incitación del régimen iraní”. El funcionario afirmó que la zona había sido evacuada antes del ataque.
Medios, hospitales y embajadas: el blanco fue un núcleo civil clave
El misil no solo golpeó una televisora. El distrito atacado también alberga embajadas, oficinas internacionales, un hospital, una estación de policía y la sede de la agencia AFP. Desde allí, un corresponsal confirmó que se escucharon al menos tres fuertes explosiones. La agencia oficial iraní IRNA reportó la caída de dos misiles sobre el complejo de medios, provocando cortes de señal en canales de TV y radio.
Lejos de intimidarse, las autoridades iraníes respondieron con un mensaje político y simbólico. “La voz de la revolución islámica no será silenciada con misiles”, dijo Hassan Abedini, alto funcionario de IRIB. La transmisión fue restablecida parcialmente durante la tarde, mientras en Teherán se reforzaba la seguridad en edificios públicos y centros de prensa.
Israel considera que los medios estatales iraníes cumplen un rol central en el sostenimiento ideológico del régimen y por eso los incluyó entre los objetivos militares. Esta decisión generó críticas internacionales por el riesgo que implica atacar instituciones civiles con trabajadores no combatientes.
Escalada sin freno: del conflicto diplomático a la guerra por aire
Este ataque se produce en medio de una escalada sin precedentes entre Israel e Irán, que ya se extiende más allá de las amenazas diplomáticas. En los últimos días, Israel bombardeó instalaciones nucleares y militares en territorio iraní, lo que motivó una represalia directa desde Teherán: misiles balísticos fueron lanzados contra Tel Aviv y Jerusalén, con saldo aún incierto.
El fuego cruzado pone en alerta a toda la región y a la comunidad internacional. Por primera vez en décadas, ambos países protagonizan ataques frontales y directos, sin intermediarios ni terceros. Lo que antes eran operaciones encubiertas, ahora se ejecuta a plena luz del día… y en vivo.
El bombardeo contra la TV estatal iraní es una nueva señal de que la guerra ya no distingue entre soldados y periodistas, entre misiles y micrófonos. Las imágenes del impacto recorrieron el mundo antes de que terminara el noticiero que nunca pudo salir completo.