PANDEMIA ECONÓMICA
Cruzan el río de manera ilegal para cobrar los $10.000 del IFE
Son de nacionalidad paraguaya, pero tienen documento argentino. Gendarmería los detuvo y los expulsó del país.
Formosa es una de las dos provincias que no registra casos de Coronavirus. Desde el inicio de la pandemia blindó sus fronteras con Chaco pero tiene varios pasos clandestinos en la localidad de Clorinda.
No es noticia que habitantes paragruayos cruzan de manera ilegal a nuestro país, pero esta vez y en pleno aislamiento, se vio intensificado el transito ilegal, porque muchos de ellos llegan a Formosa para cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), más conocido como “los 10 mil”. Algunos cruzan también para cobrar otras asignaciones de la Anses, como jubilaciones o la AUH, porque tienen doble nacionalidad y son beneficiarios de esas prestaciones de seguridad social argentina.
Gendarmería Nacional detuvo a dos paraguayos que habían cruzado por uno de los pasos clandestinos. Los llevó al paso internacional San Ignacio de Loyola y los expulsó del país. Migraciones, además, les prohibió el ingreso al país por cinco años, un tipo de penalización que no es tan habitual en épocas normales.
Los pasos son pasarelas construidas con maderas, tipo pallets, que atraviesan el hilo de agua del rio Pilcomayo para poder cruzar desde Clorinda hacia la localidad paraguaya de Nanawa, y viceversa. Cruzar ilegalmente de Clorinda a Nanawa es el pan de cada día para muchas personas a ambos lados de la frontera.
En las últimas semanas hubo varias detenciones de este tipo. El cruce no es masivo, pero pone en riesgo sanitario a Formosa que se encuentra libre de COVID-19
La presencia de las fuerzas de seguridad sirve para disuadir a muchos, pero no a todos. El Gobierno de Gildo Insfrán -hasta ahora con cero contagios detectados- está interesado como nunca antes en frenar esos cruces ilegales.
Gendarmería Nacional y la policía de la provincia de Formosa destruyen continuamente esas pasarelas. Pero al poco tiempo la gente vuelve a montarlas para intentar cruzar nuevamente. Para el gobierno formoseño fue relativamente fácil "blindar" los accesos a la provincia desde Chaco y Salta, sin embargo, el cruce ilegal de paraguayos les resulta más difícil de detener. Las localidades fronterizas del vecino país viven del contrabando "hormiga" y el parate económico en ambas márgenes del río se hace sentir.
Con el correr de los días, las necesidades se acrecientan y junto con eso crece también el atrevimiento a la hora de cruzar al país vecino. Por esta razón, la policía formoseña reforzó el control en los pasos donde se producen cruces ilegales estableciendo patrullas permanentes en esas zonas.
