POBREZA EN ARGENTINA

Curas villeros: la lucha contra la droga y la marginalidad en primera persona

Las adicciones y la falta de posibilidades son parte de la cotidianidad en las villas de Buenos Aires.
sábado, 25 de junio de 2022 · 15:40

Gastón Colombres es el párroco de Ciudad Oculta, una de las tantas “villas” de la ciudad de Buenos Aires, y día a día enfrenta el flagelo de las drogas y la marginalidad en la juventud del barrio. En diálogo con el programa “Pórtense bien” conducido por Claude Staicos y Rubén Boggi, el cura explicó su trabajo para rescatar a los jóvenes de las adicciones y añadió que busca que “los adictos no solo dejen de consumir, sino que también puedan recuperar su vida”.

El párroco recorre los varios carenciados hace 14 años, pero desde hace 4 se instaló definitivamente en Ciudad Oculta, en donde dirige un hogar que recibe a jóvenes y adultos inmersos en la droga. Explica que el barrio tuvo sus orígenes en la década de los ´60 y que está compuesto por gente trabajadora, proveniente del interior y países limítrofes. “La mayoría vino con la idea de progresar y avanzar”, consideró Colombres en comunicación con AM550 y 24/7 Noticias.

“Pero dentro de esa realidad, también nos golpe muy fuerte la droga, la marginalidad y la falta de posibilidades. La droga y la delincuencia siempre están al alcance de la mano en estos sectores y nosotros como iglesia trabajamos contra eso”, mencionó el cura “villero” y añadió que “por vivir en una villa, los vecinos son marginados de muchas cosas, como por ejemplo, puestos laborales”.

Colombres, de 35 años, está al frente del Hogar de Cristo en el barrio y aclaró que desde allí pelea contra las tres “C”: cárcel, calle y cementerio. Al mismo tiempo, relató que se puso como objetivo que los jóvenes integren otras tres “C”: capilla, colegio y club.

El párroco indicó que el primer trabajo que realizan desde el Hogar con los chicos y adultos de la villa es la prevención: “Tratamos de llegar antes que la droga, que estén abrazados por una familia de contención”. No obstante, precisó que una vez que el consumo ya es avanzado, la Iglesia local lleva adelante lo que se conoce como un “trabajo de recuperación”.

Ahí salimos del Hogar a buscar a los pibes que están en los pasillos consumiendo y les acercamos un mate cocido y a alguien dispuesto a escuchar. Queremos que puedan recuperar su vida, no solo que dejen de consumir”, expresó el cura.

Gastón Colombres, conocido como “tonga” en el barrio, consideró que la droga está presente en todos los ambientes sociales, pero que en el caso de las villas golpea más fuerte por la falta de posibilidades. A su vez, aseguró que la escuela ha dejado de ser un espacio de contención y pidió por una educación que además de un título, brinde un oficio a los jóvenes. “Si bien los que se dedican a la delincuencia son la minoría en la villa, muchas veces la falta de posibilidades hace que se vea como una forma de ganarse la vida”.  

Por último, el cura remarcó la importancia de la comunidad y de la solidaridad con el prójimo en la tarea de rescatar a las personas que sufren adicciones. “Yo creo que la comunidad es la que salva y rescata, porque como dice el Papa Francisco, nadie se salva solo, necesitamos uno del otro”, concluyó.  

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Más de

Comentarios