Dentro del paquete de medidas que envió el gobierno de Milei ayer al Congreso, hay una para poner en práctica la modalidad de juicio por jurados a nivel federal, cosa que ya sucede en Neuquén y en otras provincias del país. Pero, lo que más llamó la atención en cuanto a esta modificación es que obligará a los jueces a usar toga y martillo para abrir y cerrar las sesiones.
“Esta ley tiene por objeto establecer el juicio por jurados en el ámbito de la administración de justicia federal, en cumplimiento de los artículos 24, 75 incisos 12, 118 y 126 de la Constitución Nacional. La actuación de los juicios criminales ordinarios que fija esta ley se hará en la misma jurisdicción donde se hubiere cometido el delito”, detalla el texto.
La propuesta apunta a un tribunal de 12 miembros titulares y como mínimo dos suplentes. De acuerdo a la complejidad, el juez que dirige podrá ordenar que haya más suplentes o la posible extensión temporal del juicio. A la vez, el jurado será dividido equitativamente entre hombres y mujeres.
Por otra parte, cuando un hecho hubiera conmocionado a una comunidad que no pudiera obtenerse un jurado imparcial de forma razonable, el juez podrá disponer -sólo a pedido del acusado y mediante decisión fundada en audiencia pública- que el juicio se lleve a cabo en una diferencia circunscripción judicial mediante un sorteo público.
Por último, el debate será dirigido por el juez y el texto subraya, como si fuese una película, que "el juez o jueza vestirá toga negra y usará un martillo para abrir y cerrar las sesiones o cuando resuelva una incidencia”.