El juez Guillermo Daniel Ottaviano, a cargo del Juzgado en lo Civil y Comercial N°13 de San Isidro, resolvió este jueves una serie de medidas cautelares destinadas a proteger la fauna y el ambiente en el complejo Nordelta, ubicado en el partido de Tigre, provincia de Buenos Aires.
La resolución ordena la suspensión inmediata de toda obra o actividad que pueda alterar, dañar o destruir los humedales del Delta del Río Paraná, una zona donde habita el carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), especie nativa y protegida por el Decreto Ley 10081/83 y la Ley nacional de flora y fauna.
Prohíben castración química y fumigaciones en la zona
Entre las disposiciones principales, el juez Ottaviano prohibió la aplicación de castración química mediante inyecciones anticonceptivas, así como cualquier otra forma de control que afecte la población de carpinchos.
También se prohíben fumigaciones que puedan dañar el ambiente o afectar la biodiversidad de los humedales del Delta. Estas medidas responden a denuncias presentadas por la agrupación “La Voz de los Carpinchos”, integrada por residentes de Nordelta y vecinos de barrios cercanos.
Vecinos denuncian la muerte de 46 carpinchos
Según la organización vecinal, 46 ejemplares de carpinchos murieron en los últimos seis meses debido al avance urbano, desmontes y atropellamientos. Los denunciantes sostienen que la expansión inmobiliaria en la zona ha reducido drásticamente los espacios verdes donde los animales se alimentan y refugian.
“La pérdida del hábitat pone en riesgo no solo a los carpinchos, sino a toda la fauna silvestre del Delta”, afirmaron desde el colectivo ambiental.
Reclaman un plan integral de conservación
Desde “La Voz de los Carpinchos” reclaman que las autoridades y los desarrolladores de Nordelta elaboren un plan integral de conservación que incluya:
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Recomposición del hábitat natural con zonas verdes seguras.
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Creación de corredores biológicos y pasos de fauna.
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Retiro de cercos eléctricos y respeto por los metros libres junto a los lagos.
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Cartelería vial con límites de velocidad.
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Censos poblacionales y un centro de rescate y asistencia para fauna silvestre.
Los vecinos destacaron la necesidad de coordinar políticas públicas con organismos ambientales y autoridades locales para garantizar la coexistencia entre el desarrollo urbano y la biodiversidad.
Qué significa para los residentes y el ambiente
Las medidas cautelares dictadas en Nordelta implican un freno temporal a obras privadas y fumigaciones en áreas cercanas a los humedales. Esto representa un precedente judicial importante en materia de conservación ambiental en barrios cerrados del conurbano norte.
Para los vecinos, la decisión abre la posibilidad de restaurar el equilibrio ecológico de la zona y preservar el hábitat de especies protegidas como el carpincho.