AMBA vuelve a tropezar con la misma piedra: Iron Mountain y un déjà vu que nadie quiere admitir
La Argentina amaneció nuevamente con imágenes de fuego, humo y explosiones en depósitos industriales del Área Metropolitana de Buenos Aires. Y otra vez, como si el tiempo no hubiera pasado desde 2014, el nombre que reaparece es el mismo: Iron Mountain.
A más de diez años del incendio de Barracas, que dejó diez muertos entre bomberos y rescatistas y que una pericia judicial calificó como intencional, el AMBA vuelve a mostrar que la prevención industrial es, todavía hoy, más un discurso que una política pública efectiva.
En esta oportunidad, la explosión registrada en el polo industrial de Carlos Spegazzini, en Ezeiza, afectó varias naves y alcanzó a un depósito perteneciente a la empresa, según confirmaron fuentes municipales.
La pregunta que nadie quiere contestar
¿Cómo es posible que, después de una tragedia con muertos, sospechas de destrucción intencional de documentación sensible y una causa judicial que avanzó a paso de tortuga, el AMBA vuelva a enfrentarse a un escenario tan parecido?
El caso de Barracas dejó expuestas fallas graves:
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Sistemas antiincendios inactivos
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Registros e inspecciones dudosas
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Habilitaciones otorgadas sin considerar riesgos reales
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Una investigación que aún hoy está lejos de un cierre ejemplificador
Que diez años después un depósito de la misma empresa vuelva a aparecer en el centro de un siniestro dice más del Estado que de la empresa.
Un patrón repetido: depósitos invisibles hasta que explotan
Los depósitos industriales y de archivos dentro del AMBA —uno de los conglomerados urbanos más densos del continente— se multiplican en zonas donde conviven industrias químicas, centros logísticos y galpones contiguos.
La regulación existe, pero la prevención no siempre.
El episodio de Ezeiza no solo mostró la potencia destructiva de la explosión inicial, sino también lo frágil que puede ser el sistema de control cuando fallan las auditorías, las alarmas o los protocolos.
En 2014, Iron Mountain almacenaba documentación de bancos, grandes empresas y estudios contables. En 2025, un incendio vuelve a afectar su nombre. El patrón se repite con demasiada precisión como para hablar de coincidencia.
La causa Barracas, un espejo incómodo
A nueve años del incendio de Barracas, la investigación sigue sin una resolución definitiva. Las familias de las víctimas continúan esperando justicia y el país sigue sin una normativa moderna y estricta que impida que depósitos de alto riesgo operen sin auditorías constantes.
Lo ocurrido en Ezeiza vuelve a traer ese espejo incómodo: lo que no se resolvió, se repite.
¿Qué debería cambiar para que esto no vuelva a suceder?
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Auditorías obligatorias cada 6 meses en depósitos de riesgo
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Habilitaciones cruzadas entre Nación, Provincia y Municipios
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Protocolos de evacuación unificados
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Publicación online de inspecciones para que la comunidad sepa quién cumple y quién no
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Causas judiciales con plazos estrictos y penas efectivas
Sin ese paquete de reformas, el AMBA seguirá siendo un terreno donde las tragedias “anunciadas” sorprenden a todos menos a quienes conocen el sistema desde adentro.
Conclusión
El incendio de Barracas debería haber sido un punto de inflexión.
La explosión de Ezeiza demuestra que, para el AMBA, sigue sin serlo.
Mientras tanto, Iron Mountain vuelve a aparecer en el centro del fuego y los interrogantes se acumulan.
La diferencia, esta vez, es que la sociedad —y especialmente la prensa— ya no puede aceptar explicaciones vagas.
Las víctimas de 2014 merecen mucho más que un déjà vu.