La Cámara de Diputados todavía no empezó a sesionar, pero ya vive días de mucha tensión política. En las últimas horas estalló un conflicto dentro del bloque Encuentro Federal, que lidera Miguel Ángel Pichetto, por la llegada de los nuevos diputados que responden a los gobernadores de Provincias Unidas. La pelea es tan fuerte que algunos ya hablan de una posible ruptura.
El problema surgió al definir quién conducirá el bloque cuando asuman los legisladores del recambio. Pichetto quiere seguir al frente, pero el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, propone a su vicegobernadora, Gisela Scaglia, quien encabezó la lista de diputados en su provincia.
Dentro de Encuentro Federal aseguran que Pichetto tiene más experiencia para ese rol. Del lado de los gobernadores responden que Scaglia sería mejor para representar sus intereses. La discusión generó malestar en ambos sectores.
La situación escaló al punto de que Pichetto avisó que, si no hay acuerdo, está dispuesto a armar un bloque propio junto a Nicolás Massot. Incluso se mencionó una posible alianza con la Coalición Cívica, aunque por ahora ese espacio no confirmó nada.
En paralelo, los gobernadores ya empezaron a funcionar como nuevo grupo parlamentario. La bancada de Provincias Unidas tiene 17 diputados y espera superar los 20. Los mandatarios Ignacio Torres y Pullaro incluso participaron en una reunión para trazar la agenda del espacio.
Si el bloque se rompe, quienes hoy integran Encuentro Federal quedarían en desventaja en la disputa por lugares en las comisiones, un punto clave para influir en el trabajo del Congreso.
Mientras tanto, el Gobierno sigue atento
Estas tensiones internas también son observadas por el oficialismo, que se prepara para el recambio del 10 de diciembre y busca mejorar su posición en la Cámara baja. La Libertad Avanza ya logró sumar a tres diputados radicales que rompieron con sus bloques originales. Con ellos, el oficialismo alcanzará 91 bancas, quedando muy cerca de Unión por la Patria, que bajó a 96 tras dos nuevas salidas.
Además, el Gobierno trabaja para convencer a gobernadores del norte de alejarse del peronismo tradicional. El ministro del Interior, Diego Santilli, mantiene reuniones con figuras como Gerardo Zamora y Raúl Jalil, quienes influyen en varios diputados y senadores.