Un viaje de esperanza que terminó en horror
El trayecto prometía unir familias, trabajos y sueños, pero terminó en una de las escenas más trágicas de los últimos tiempos en la ruta internacional. Un micro de larga distancia de la empresa “El Rápido”, que había partido desde Buenos Aires hacia La Paz, Bolivia, volcó de forma violenta en la Ruta 5 Norte, a la altura de Antofagasta, Chile.
A bordo viajaban 33 pasajeros, entre ellos familias enteras de nacionalidades argentinas y peruanas, además de los dos choferes. La ruta, que suele ser transitada por decenas de micros cada semana, se convirtió en una trampa mortal cuando el vehículo perdió estabilidad y terminó destrozado sobre la banquina.
El vuelco dejó un saldo devastador: cuatro personas murieron en el lugar, dos permanecen internadas en estado crítico y al menos 21 sufrieron heridas de distinta consideración. Muchos de los sobrevivientes están internados lejos de sus hogares, sin información clara y con la incertidumbre de no saber qué pasó realmente.
Imágenes que estremecen y familias que no saben
Los primeros minutos después del accidente fueron caóticos. Testigos relataron cómo los pasajeros, heridos y desorientados, trataban de salir de entre los hierros retorcidos mientras otros yacían inmóviles a la espera de ayuda. Equipajes y pertenencias quedaron esparcidos sobre la ruta, junto a restos del colectivo que apenas se sostenía en pie.
Las autoridades chilenas trabajaron durante toda la madrugada para asistir a los heridos y comenzar a identificar a las víctimas fatales. Sin embargo, hasta el momento no se conoce la lista completa de fallecidos, lo que mantiene a decenas de familias en Argentina y Perú sumidas en la angustia y la desesperación.
Mientras tanto, los hospitales de la zona confirmaron que varios pacientes presentan lesiones graves y deberán permanecer internados por tiempo indeterminado. El silencio oficial sobre los nombres alimenta la congoja y la desesperación de quienes esperan noticias de sus seres queridos.
Un misterio que todavía no se puede explicar
La gran incógnita es qué sucedió para que un micro de larga distancia, que llevaba cientos de kilómetros recorridos, terminara volcado de forma tan brutal en un tramo que no es considerado de alto riesgo. Las primeras pericias apuntan a una posible falla mecánica en las ruedas delanteras, pero no hay una versión definitiva.
Los investigadores de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Carabineros ya revisaron la zona del siniestro y recogen testimonios de algunos sobrevivientes, aunque el estado de shock y las lesiones dificultan reconstruir con precisión los últimos minutos antes del vuelco.
Por ahora, la causa exacta se mantiene bajo reserva. La falta de certezas alimenta versiones cruzadas, hipótesis de desperfectos, posibles negligencias o fallas de mantenimiento que nadie confirma. En medio del dolor, la única verdad es que un viaje de miles de kilómetros quedó truncado en una curva que hoy guarda más preguntas que respuestas.
Dolor compartido y un final que no cierra
El vuelco dejó en evidencia una vez más la vulnerabilidad de quienes deben recorrer largas distancias en micros que a veces no están preparados para soportar condiciones extremas de ruta. Familias enteras quedaron partidas entre la vida y la muerte, sin un lugar cercano donde sostenerse ni la certeza de cuándo podrán volver a ver a sus seres queridos.
Por estas horas, los equipos médicos siguen luchando por salvar a los heridos más graves, mientras Carabineros busca reconstruir minuto a minuto lo que pasó. La tragedia no distingue nacionalidades ni documentos: el dolor cruza fronteras y se multiplica entre Argentina, Perú y Chile.
Con la investigación apenas comenzando, los familiares solo quieren saber una cosa: qué falló en ese micro que debía llevarlos a un destino mejor y terminó dejándolos en la ruta, entre preguntas sin respuesta y una herida que tardará en cerrar.