La reciente reducción de las retenciones en Argentina enfrenta un contexto complicado debido a la caída de los precios internacionales de soja, maíz y trigo, cultivos fundamentales para la economía agroexportadora del país. En el mercado local de granos, las operaciones se mantienen escasas, ya que los productores y comerciantes aguardan la publicación oficial que detalle el alcance de la baja en las retenciones para definir sus estrategias comerciales.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario se informó que en soja se ofrecieron valores cercanos a $355.000 para la oleaginosa con descarga inmediata, mientras que para la entrega contractual y fijaciones el valor alcanzó $360.000, con posibilidad de mejoras. Este nivel representó una mejora del 5%, aunque fue moderado por la caída del 1% en el precio de la soja en Chicago, lo que impactó directamente en los precios locales.
El escenario internacional se caracteriza por una sobreoferta de estos commodities, producto de la menor demanda de China, que dejó de ser el gran importador que fue en años anteriores. Este fenómeno presiona a la baja los precios globales, limitando la incidencia positiva que podría tener la reducción de retenciones en la rentabilidad del sector agrícola argentino.
En medio de este contexto, las expectativas se trasladan hacia otros sectores, como la minería y el petróleo. La empresa YPF está próxima a anunciar dos proyectos significativos: la presentación de su socio para la explotación petrolera offshore en el Atlántico y la adquisición de una de las áreas más relevantes de Vaca Muerta. El plan de inversión de YPF, por USD 6.300 millones, es el mayor desde su creación, lo que refleja un cambio estratégico hacia sectores con mayor potencial de crecimiento.
La acción de YPF ha mostrado un desempeño positivo, acumulando una ganancia del 14% en el mes, a pesar de un fallo adverso de la jueza Loretta Preska. Asimismo, otra petrolera emitió una Obligación Negociable por hasta USD 150 millones a 3 años, evidenciando interés en captar financiamiento en dólares.
En el plano financiero, los bonos soberanos argentinos con legislación extranjera experimentaron un aumento promedio del 0,6%, en un contexto donde las tasas de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron a 4,42%, afectando negativamente a los bonos regionales. El índice de mercados emergentes perdió 0,7%, mientras que el brasileño cayó 1,6%.
La Bolsa local cerró con una leve alza del 0,75% en el índice S&P Merval, con un destacado rendimiento de las acciones del sector energético: Edenor subió 8,5% y Transportadora Gas del Norte, 5,2%. Este comportamiento refleja la expectativa positiva en segmentos vinculados a la energía, en contraste con el escenario agrícola más desafiante.
En el mercado cambiario, el dólar mostró incrementos en sus distintas versiones, con el dólar MEP rozando los $1.296 y el contado con liquidación alcanzando cerca de $1.300. El dólar blue también avanzó a $1.320. En el Mercado Libre de Cambios se operaron USD 441,4 millones, con una suba de $15 en el tipo de cambio, que representa una devaluación mensual del 7,6%, mejorando la paridad cambiaria.
La estrategia del Gobierno se centra en mantener elevadas las tasas de interés para absorber pesos del mercado y contener la presión sobre el dólar, con rendimientos de LECAP que promedian 3,5% efectivo mensual hasta octubre y perspectivas de tasas altas hasta mayo del próximo año. A pesar de ello, el Tesoro continúa comprando dólares en montos diarios que no superan los USD 50 millones, en línea con el compromiso con el FMI de acumular reservas.
Este complejo escenario, con tensiones entre la política monetaria, el mercado cambiario y el sector agroexportador, marca un período de incertidumbre para la economía argentina. La baja de retenciones, aunque positiva en términos fiscales y políticos, enfrenta limitaciones significativas por factores externos que afectan la rentabilidad del campo, y obliga a buscar alternativas de crecimiento en otros sectores estratégicos.