El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) anunció este jueves la continuidad del proceso de privatización de Cine Ar, la plataforma de contenidos audiovisuales lanzada en 2015 que permitía acceder en línea a producciones argentinas. Según el organismo, la medida busca “mejorar la eficiencia y reducir costos”, y representa un ahorro estimado de 330 mil dólares anuales para el Estado argentino.
Cine Ar dejó de depender del Ministerio de Cultura y fue transferido a Contenidos Artísticos e Informativos S.A.U., una empresa estatal bajo la órbita de la Secretaría de Comunicación y Medios, que dirige el vocero presidencial Manuel Adorni.
El traspaso se formalizó en marzo de este año, pero fue comunicado oficialmente este 7 de agosto a través de las redes sociales del INCAA.
Qué es Cine Ar y cómo funcionaba
Cine Ar Play es una plataforma de streaming gratuita, con algunos estrenos pagos, que acumuló más de dos millones de usuarios desde su lanzamiento. Durante su funcionamiento bajo el INCAA, albergó un extenso catálogo de películas, documentales y series argentinas.
El comunicado del INCAA no brindó información sobre el futuro del catálogo audiovisual, ni sobre la situación del personal técnico y administrativo vinculado a la plataforma.
Recortes en el sector audiovisual
El traspaso de Cine Ar se inscribe en una serie de modificaciones impulsadas por el Gobierno nacional en el sector cultural. Desde la llegada del economista Carlos Pirovano al frente del INCAA, se disolvió el Comité de Precalificación, se eliminó la media de continuidad y se modificó la cuota de pantalla para el cine nacional.
Estas decisiones se enmarcan dentro del plan de ajuste fiscal promovido por el presidente Javier Milei, con el objetivo de reducir el gasto público y reorganizar estructuras estatales.
Qué se sabe y qué no
Hasta el momento, no se ha confirmado si la privatización de Cine Ar será total, si implicará una reestructuración del servicio o si derivará en su eliminación. Tampoco hay precisiones sobre el uso de los fondos que se ahorrarían ni sobre los próximos pasos para la gestión del contenido audiovisual.