El huracán Gabrielle continúa su avance en el Atlántico central, alimentándose de aguas cálidas y con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora. Se encuentra a 515 kilómetros al sureste de Bermudas y se desplaza hacia el norte-noroeste a una velocidad de 16 kilómetros por hora. Se espera que pase al este de Bermudas el lunes, manteniéndose alejado de tierra firme.
El Centro Nacional de Huracanes mantiene la vigilancia sobre Gabrielle, que actualmente es el sistema más potente en la cuenca atlántica y que podría intensificarse rápidamente para convertirse en un gran huracán de categoría 3 o superior para el martes. Este fenómeno es cada vez más frecuente debido al calentamiento global.
Las autoridades advierten que Gabrielle puede provocar condiciones peligrosas de oleaje y corrientes de resaca desde Carolina del Norte hacia el norte, a lo largo de la costa este de Estados Unidos, durante los primeros días de esta semana. Se recomienda a quienes visiten las playas consultar los pronósticos locales antes de ingresar al mar.
Además de Gabrielle, el Atlántico muestra señales de mayor actividad tras una calma inusual en la primera mitad de septiembre. Dos ondas tropicales adicionales están siendo monitoreadas por el Centro Nacional de Huracanes. Una de ellas, ubicada en el Atlántico central, presenta una probabilidad media de evolucionar a depresión o tormenta tropical a finales de la semana. Este sistema tiene un entorno cada vez más favorable para su desarrollo y podría ser el próximo en recibir nombre, con Humberto e Imelda como próximos en la lista de la temporada 2025.
La otra onda tropical, situada a más de 800 kilómetros al este de las Antillas Menores, es menos organizada y tiene bajas probabilidades de desarrollo. Sin embargo, podría atravesar las Islas de Sotavento a principios de semana, generando ráfagas de viento y lluvias que pueden ocasionar problemas incluso sin ser designada oficialmente como tormenta.
El Centro Nacional de Huracanes recomienda a los residentes de Bermudas mantenerse atentos a las actualizaciones, ya que aunque las probabilidades de impacto directo disminuyen, aún pueden presentarse efectos de viento y lluvia.
Septiembre es tradicionalmente el mes de mayor actividad en la temporada de huracanes del Atlántico, y la presencia de Gabrielle junto a estas perturbaciones confirma que la temporada 2025 aún está lejos de concluir.