El presidente, Javier Milei, y su par estadounidense, Donald Trump; mantuvieron un encuentro en Nueva York en el que se avanzó en una agenda sensible: la posibilidad de habilitar la presencia militar de Estados Unidos en Ushuaia y cancelar el swap con China, a cambio de asistencia financiera clave para afrontar los compromisos de deuda de US$4000 millones en enero y US$4500 millones en julio.
Aunque la reunión no concluyó con anuncios formales, fuentes oficiales confirmaron que los equipos del ministro de Economía, Luis Caputo, seguirán negociando con funcionarios del Tesoro norteamericano, encabezados por Scott Bessent, un esquema de financiamiento que podría instrumentarse mediante un canje de monedas.
El Gobierno argentino ya deslizó su disposición a permitir que fuerzas estadounidenses operen en la Base Naval Integrada de Ushuaia, actualmente en construcción. Según admiten en la Casa Rosada, este punto forma parte de la estrategia de Washington para contrarrestar la injerencia china en la región. En ese mismo marco, la administración Milei evalúa cancelar el swap de monedas con China, una de las condiciones planteadas por la Casa Blanca.
Para reforzar esta agenda, viajaron a Estados Unidos el ministro de Defensa, Luis Petri, y el secretario de Asuntos Internacionales, Juan Battaleme, con el objetivo de avanzar en una alianza regional militar con EE.UU. La iniciativa fue mencionada recientemente por el jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, durante su visita a la Argentina, cuando recorrió instalaciones en Tierra del Fuego y habló de posibles pedidos logísticos para submarinos norteamericanos.
En el oficialismo se menciona como antecedente la base de Rota en España, que cuenta con un área de uso exclusivo para EE.UU. En el caso argentino, cualquier avance deberá ser avalado por el Congreso, que tiene la potestad de autorizar el ingreso de tropas extranjeras. La mirada está puesta también en la proyección hacia la Antártida y el pasaje de Drake, zona estratégica para el comercio marítimo, donde el Gobierno busca reforzar su vínculo con Washington frente a la presencia de Chile y el Reino Unido.
La estrategia incluye además la intención de ingresar como miembro pleno a la OTAN, avanzar en compras militares —como vehículos blindados Stryker, fragatas y submarinos— y dar de baja proyectos vinculados a China, como el Radio Telescopio CART en San Juan, instalado con colaboración científica del CONICET y universidades locales.
En su declaración ante el Senado estadounidense, Holsey había remarcado que la cooperación con Buenos Aires es clave para impedir un mayor avance de China y recordó el rol de Washington en la operación de compra de aviones F-16, respaldada con un paquete de sostenimiento de US$941 millones.
En Casa Rosada aseguran que la prioridad es consolidar una alianza estratégica con Estados Unidos, que combine respaldo financiero con mayor cooperación en defensa y seguridad regional.