La salud del jefe de la iglesia católica mantiene en vilo al mundo, al conocerse que su estado es "crítico" debido a una crisis asmática sufrida en las últimas horas, que requirió del suministro de "altos flujos" de oxígeno, durante el tratamiento por una neumonía bilateral.
El escueto parte emitido hoy por el Vaticano, indica que Francisco "pasó la noche con tranquilidad, el papa descansó". Sólo esa línea fue el comunicado que sigue generando expectativa y sosteniendo el alerta por la salud del pontífice. El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, no mencionó si Francisco estaba despierto o desayunando, como lo habían hecho en días anteriores.
En la actualización nocturna, se indicó que " recibió transfusiones de sangre, después de que las pruebas mostraran un bajo conteo de plaquetas, que son necesarias para la coagulación".
Los médicos advirtieron que la principal amenaza que enfrenta Francisco sería la aparición de sepsis, una grave infección de la sangre que puede ocurrir como complicación de la neumonía. Hasta el momento Francisco responde a los diversos medicamentos que está tomando, aunque el equipo médico detectó que había desarrollado una condición llamada platopenia o trombocitopenia, tras los análisis de sangre de ayer sábado, que lo mostraron con un cierto grado de anemia.
Francisco, padece una enfermedad pulmonar crónica, y es propenso a la bronquitis en invierno, por lo que fue admitido en el hospital Gemelli el 14 de febrero .Los médicos diagnosticaron en primer lugar una compleja infección respiratoria viral, bacteriana y fúngica y luego la aparición de neumonía en ambos pulmones.