El miércoles 16 de abril operaron a Pablo Grillo, el fotógrafo que fue herido por el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza en la marcha de los jubilados. “Anoche ya comió, estuvo charlando, estuvo animado, la operación salió bien, según nos dicen los médicos y ahora hay que esperar la evolución”, dijo su padre Fabián Grillo.
Según explicó el hombre la operación fue exitosa y se trató de una intervención endoscópica a través de las vías nasales y permitió detectar y sellar la perdida que generaba presión intracraneal. “Aparentemente está en vías de mejorar, el pronóstico es bueno según los médicos y ahora hay que apoyarlo y por suerte está saliendo”, continuó.
De todas formas el pronóstico sigue siendo reservado y su estado evoluciona día a día-por suerte de manera positiva-. Según explicó el padre lo reconoció y hasta le dijo "hola, viejo". Recuerda haber ido a la manifestación, pero nada de lo que sucedió después.
El joven fotógrafo sufrió una fractura de cráneo y una importante perdida de masa encefálica tras recibir el impacto por la granada de gas lacrimógeno arrojada por un periodista. Ahora, el hombre de 35 años evoluciona de manera positiva mientras su familia encabeza una causa penal contra el ministerio de Seguridad y el policía responsable del ataque.