Tal como suelen hacerlo en otras oportunidades, Los Simpson los hicieron otra vez: llovió chocolate del cielo y la serie lo predijo muchos años antes en uno de sus capítulos.
Pasó en la ciudad de Olten, al norte de Suiza. Un vecino estaba por subir a su auto, que había dejado aparcado en una calle aledaña a la fábrica local de chocolate Lindt & Sprüngli, y vio que estaba cubierto por una fina capa de polvo de cacao.
Después de que la foto del coche "achocolatado" recorriera las redes sociales, el servicio de prensa de la productora del popular chocolate de lujo suizo confirmó a los medios locales que la lluvia de cacao se debió a un "pequeño fallo" en el sistema de ventilación de su fábrica.
Sara Thallner, portavoz del gigante de la confitería, indicó que la empresa sufragaría los gastos de limpieza necesaria y aseguró que las partículas de chocolate dispersadas por el sistema de ventilación no plantean ningún riesgo para los seres humanos ni para el medio ambiente.