HISTORIA NEUQUINA

La primera e ignorada capital de Neuquén

La primera capital se estableció provisoriamente en un fortín llamado Codihué, según informa la revista de historia neuquina Mas Neuquén.
sábado, 9 de octubre de 2021 · 09:55

Cuando, en  1884, se creó la Gobernación de Neuquén, y fue nombrado gobernador el coronel Manuel Olascoaga, se propuso un paraje de Campana Mahuida, ubicado entre la margen derecha del río Neuquén y la margen izquierda del río Agrio, como capital del territorio nacional recién creado.

Según publica la revista Mas Neuquén, para hacer efectiva esta propuesta, por decreto del 12 de diciembre de 1884 el gobierno nacional dividió al territorio del Neuquén en cinco departamentos, y estableció en el artículo 3°: “(…) Desígnese como Capital del territorio la población actual de Campana Mahuida (…)”.

El 10 de marzo de 1886 Olascoaga inició desde Carmen de Patagones el viaje hacia la capital designada, pero el rigor del invierno lo decide a permanecer transitoriamente en Codihué. Así fue que este punto de Neuquén se convirtió en la primera capital provisoria del territorio.

“En la madrugada, llegamos a Codihué, otro valle pintoresco y de mejores condiciones que los anteriores por su mayor extensión. Un tiempo después, se eligió este lugar para asiento de la Comandancia de la línea de fortines, que comprendía desde Hualcupén hasta Paso de Indios. Se delineó un pequeño pueblecito, se construyó un buen cuartel (conservo la fotografía) y se hicieron buenas viviendas para los jefes y oficiales y aun para las familias de la tropa”, escribió en su diario el Teniente Coronel Pechman.

Conrado Villegas también dejó por escrito su testimonio: “Legua y media antes de llegar a Codihué, el Agrio varia rumbo al Norte y el fuerte circundado de elevaciones, aparece de pronto al viajero que transite por nuestro camino. Está situado sobre un valle estrecho, siendo ya por su extensión una pequeña población guarnecida por un oficial y 60 soldados”.

Su fuerte guarnición era la más numerosa de toda la línea de fortines desde General Roca a Ñorquín. El lugar era un punto de gran importancia y se lo tenía como una comandancia de avanzada. Desde allí los demás fortines de la línea (Cum-co, Covunco, Paso de Indios, etc.) se internaban hacia la pampa, alejándose por lo tanto del nuevo escenario de la guerra con las tribus del lugar. La cantidad de personal acantonado había determinado la llegada de familiares y de los comerciantes que se atrevían a avanzar junto con el ejército. Ello ya constituía en los primeros días de diciembre “una pequeña población”.

 

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