En los últimos años, viajar a Chile con el propósito de comprar tecnología se ha convertido en una estrategia común entre los argentinos. La diferencia de precios entre ambos países, impulsada por la cotización del dólar y las promociones en tiendas chilenas, hace que adquirir productos electrónicos en el país vecino sea una opción sumamente atractiva.
Uno de los artículos más demandados en este contexto son los Smart TV de gama alta. La posibilidad de acceder a descuentos significativos en grandes cadenas de retail chilenas convierte la compra en una inversión conveniente. En comparación con los valores del mercado argentino, la diferencia en costos resulta considerable.
Si se observan los precios en tiendas chilenas como Falabella, se pueden encontrar opciones con descuentos que van del 35% al 42%. Algunos ejemplos son el Qled Smart TV 43'' Hisense a 259.990 pesos chilenos (CLP), el Televisor NanoCell 75'' de LG a 869.990 CLP y el LED Samsung 85'' DU7000 a 969.990 CLP. Estos valores, con descuentos de hasta medio millón de pesos chilenos, marcan una gran diferencia respecto a los precios en Argentina.
En territorio argentino, las cifras son notablemente más elevadas. En cadenas como Frávega, un Smart TV UHD 4K Samsung de 65 pulgadas ronda los 1.399.999 pesos argentinos (ARG), mientras que un Hisense de 65 pulgadas cuesta aproximadamente 1.199.999 ARG. Incluso modelos de marcas más accesibles, como Philips, superan el millón de pesos.
Esta brecha de precios ha convertido a Chile en un destino ideal para quienes buscan renovar su televisor sin pagar costos exorbitantes. La posibilidad de comprar modelos de última tecnología a valores más accesibles es un atractivo difícil de ignorar, sobre todo considerando la diferencia cambiaria y las constantes fluctuaciones del mercado argentino.
No obstante, antes de embarcarse en una compra internacional, es fundamental tener en cuenta algunos factores clave. Entre ellos, el traslado del producto, las políticas de garantía y la posible aplicación de impuestos o restricciones al ingresar la mercadería a Argentina. Estos aspectos pueden impactar el ahorro esperado y deben ser evaluados con detenimiento.
A pesar de estas consideraciones, la tendencia de cruzar la frontera en busca de tecnología a menor costo sigue en alza. Con la debida planificación y conocimiento sobre las normativas vigentes, viajar a Chile para comprar un Smart TV de última generación puede representar una gran oportunidad para los consumidores argentinos.
En definitiva, el atractivo de los precios en Chile frente a la realidad inflacionaria de Argentina sigue impulsando esta práctica. Con las precauciones adecuadas, la posibilidad de ahorrar en la compra de un televisor de alta gama es una alternativa cada vez más popular entre los argentinos.