'Guerra de precios', Genera tensión

Aunque el Gobierno boliviano mantiene una firme posición de que las fluctuaciones del precio del petróleo no es una novedad para el país, y pese a ello se ha registrado un crecimiento en la economía, los entendidos en el área económica afirman que esta situación es sólo una "guerra de precios internacionales” que pronto se estabilizará. Empero, en el país no se debe ser tan optimista porque, a la larga, se notan los efectos negativos.

"La proyección del Presupuesto General del Estado (PGE) se ha realizado en función a las fluctuaciones del precio por cada periodo trimestral y se espera que sean adecuadas para la inversión y distribución”, sostiene Abraham Pérez, analista económico e investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

Para el experto, la caída de precios internacionales del petróleo no es más que "una guerra a nivel internacional, porque Estados Unidos produce un petróleo muy caro que sólo es rentable cuando el precio es superior a los $us 80, de modo que los países árabes han decidido dejar bajar el precio para que no sea rentable el petróleo de los norteamericanos”.

Al respecto, la OPEP asume que en 2015 su barril de referencia (que está cotizando por debajo de los $us 80) alcanzará un valor de $us 105, aunque cinco años después habrá caído hasta los $us 95.

A medio plazo, hasta el año 2040, la OPEP prevé una lenta evolución al alza hasta marcar un valor real, considerando la inflación de $us 101,1.

No obstante, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y analista económico, Gary Rodríguez, señala que las estadísticas oficiales muestran que la caída de los precios internacionales de las materias primas, que derivó de la recesión económica iniciada a fines del 2008, sí tuvo un impacto negativo en la economía en el 2009. Entre 2008 y 2009 el crecimiento económico se redujo del 6,1% al 3,4%, demostrando que el país no era inmune a las fluctuaciones de los precios de las materias primas.

Según datos del INE, la variación acumulada del PIB boliviano por trimestre da cuenta que el crecimiento del PIB disminuyó del 6,7% en el primer trimestre del 2013 al 5,6% en el primer trimestre de 2014. Similar comportamiento se observa en el segundo trimestre del 2014, siendo el crecimiento del PIB un 5,1% mientras que el segundo trimestre de 2013 ha sido del 6,7%.

Rodríguez realiza un análisis sobre estas cifras por el Tipo de Gasto, e indica que se observa que las categorías de Gastos de Gobierno y Consumo de los Hogares (mercado interno) han mantenido similares niveles de crecimiento, pero se observa una caída en el crecimiento de las exportaciones como parte del PIB, de casi siete puntos en el ritmo de crecimiento de las exportaciones, pasando de tener un 19,3% de tasa de crecimiento en el primer trimestre de 2013, a 12,75% en el primer trimestre del 2014.

En el segundo trimestre de 2014, el porcentaje de crecimiento de las exportaciones como parte del PIB cayó a 9,36%, luego de que en 2013, al segundo trimestre, marcara un 10,2%. "Hay pruebas palpables de que la caída de las materias primas sí representa una amenaza para los ingresos del país, porque no se puede obviar que vivimos en un mundo globalizado en el que las reglas del mercado marcan la agenda de los países”, añade Rodríguez.

Por esta razón es que el Gobierno anuncia que estimulará más el mercado interno, el gasto fiscal y la inversión, aunque para ello se prevé un incremento de la deuda pública por más de $us 2.000 millones el próximo año, pero pese a ello, esperar que el PIB crezca un 5,9% en el 2015 es ser demasiado optimista, explicó el ejecutivo del IBCE.

De su lado, el vicepresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, José Alberti, señala que "gran parte de la billetera del Gobierno reside en las exportaciones de gas natural hacia Brasil y Argentina. El precio de venta del gas sale de la indexación a los precios internacionales del petróleo. "Por ello, si el petróleo baja, la billetera se reduce, así de simple”, añade.

La apuesta del Gobierno central, a través del PGE 2015, evidencia que se está apostando por dos variables que son vía expectativas y la expansión del gasto para lograr un crecimiento económico del 5,9% para el 2015, el mismo que está por encima del potencial.

La variable vía expectativa económica de los agentes privados, es decir enviar señales positivas al mercado, será para incidir sobre las decisiones de consumo e inversión. La segunda variable es expandir enormemente el gasto público. Esta política fiscal puede tener buenos fines, pero sus sustentos económicos parecerían ser cuestionables dado el entorno económico mundial.

Fuente: Energypress