Las celebraciones de Navidad suelen dejar una postal incómoda en las calles y rutas de Neuquén. A pesar de los controles y de las campañas de concientización, numerosos conductores fueron detectados manejando bajo los efectos del alcohol, una conducta que expone a terceros y multiplica el riesgo de siniestros viales.
Los operativos desplegados en la capital neuquina, en el acceso a los puentes interprovinciales y en localidades del interior dejaron en evidencia una problemática persistente, incluso en fechas donde la circulación se incrementa de manera considerable.
"Positivos" en los controles de Neuquén capital
En la ciudad de Neuquén, los controles realizados durante la madrugada y la mañana del 25 de diciembre arrojaron un resultado que genera preocupación. Siete conductores dieron positivo en alcoholemia.
El dato más alarmante fue el nivel máximo detectado, que alcanzó los 1,62 gramos de alcohol por litro de sangre. Como consecuencia, se retuvieron licencias de conducir y se labraron las infracciones correspondientes.
Los operativos se desplegaron en sectores clave como el centro, el Paseo Costero, Isla 132 y Plaza de las Banderas, además de patrullajes con controles aleatorios en el oeste de la ciudad.
El puente a Cipolletti, otro punto crítico
La imprudencia también quedó expuesta en el acceso a los puentes carreteros que conectan Neuquén con Cipolletti. Allí, personal policial y de Seguridad Vial de Río Negro realizó controles durante la mañana, con un volumen de tránsito elevado.
En ese tramo de la Ruta Nacional 22 controlaron 178 vehículos y detectaron cinco alcoholemias positivas. Los conductores infractores quedaron sujetos a sanciones y a la retención de los vehículos, en un contexto donde rige la tolerancia cero al alcohol.
Añelo: múltiples positivos en un solo operativo
En el interior provincial, los controles tampoco dejaron un saldo alentador. En Añelo, durante un operativo nocturno y de madrugada, se realizaron 150 test de alcoholemia, de los cuales 14 dieron resultado positivo.
Los controles se concentraron en sectores estratégicos como la Subida de Las Patrias, la meseta y el casco viejo, zonas de circulación habitual durante las fiestas. Los conductores alcoholizados quedaron alcanzados por las sanciones previstas por la normativa vigente.
Un patrón que se repite en fechas clave
Los resultados de los distintos operativos reflejan una conducta que se repite cada fin de semana largo y en fechas festivas: personas que deciden manejar luego de consumir alcohol, a pesar de los controles y de los riesgos conocidos.
La presencia de alcoholemias positivas en distintos puntos de la provincia y en accesos clave como el puente interprovincial vuelve a encender una señal de alarma sobre la seguridad vial.
La imprudencia que pone vidas en riesgo
Más allá de las multas y la retención de licencias, los controles dejaron al descubierto un problema de fondo. Conducir alcoholizado no solo implica una infracción, sino una amenaza concreta para quienes circulan por las mismas calles y rutas.
En un contexto de alta circulación y celebraciones, los números vuelven a generar enojo y preocupación, y refuerzan una pregunta que se repite tras cada operativo: cuántas tragedias podrían evitarse si el alcohol quedara definitivamente fuera del volante.