Neuquén
Vaca Muerta a fuego lento: modelo de factoría, la clave.
Pese a que se la conoce como una industria de largo plazo, el mundo petrolero suele a acostumbrarse a sentencias deterministas en plazos muy acotados. No existe nadie en la actividad que hoy no refiera a la "alta volatilidad" que atraviesan los destinos del oro negro. En nuestra zona –y en el país– lo que hace 12 meses era pura certeza, ahora parece transitar un terreno de indefiniciones o por lo menos de confirmaciones más meditadas. Las velas que supieron prendérsele a Vaca Muerta, por estos días parecen sólo quemar mecha a la espera de un piso desde el cual construir.
Un tamiz de cautela se posa a lo largo y ancho del sector que aprovecha las vacaciones estivales para disimular un andar remolón. Los números definitivos de inversiones, las ratificaciones de presupuestos y las confirmaciones de proyectos ya insinuados se hacen esperar, mientras que son objeto de reelaboraciones y discusiones que buscan ajustarse a las corrientes de aire que arremolinan la extracción de gas y petróleo.
El año pasado Neuquén recibió inversiones por más de u$s 5.200 millones. Los hidrocarburos no convencionales se llevaron alrededor del 70% de ese monto. El número, que apuntaló los proyectos en toda la cuenca, se conoció apenas quemadas las primeras semanas del año. Las complicaciones que atraviesa mundialmente el sector hacen prever que eso no ocurrirá este año, por lo menos en lo inmediato. Si bien las compañías entregaron sus planes de exploración y producción en diciembre pasado, a diferencia de las épocas del barril a u$s 100, mucho parece estar sujeto a revisiones y cambios.
El gobernador neuquino Jorge Sapag anticipó en los últimos meses del 2014 la puesta en marcha de cinco nuevos pilotos no convencionales para este año, dos de ellos a cargo de Total y Shell junto a la petrolera provincial GyP. Ninguna de esas intenciones fue paralizada, y tan sólo con las apuestas mencionadas se proyectan inversiones por más de u$s 550 millones. Sin embargo, todavía no hay a la vista fecha de inicio para las tareas en los campos neuquinos.
Pocas son las compañías que confirmaron públicamente sus proyectos para este año, pese a que algunas habían anticipado desembolsos allá cuando la tormenta internacional empezaba a asomar. Por su parte el gobierno nacional, a través de la Secretaría de Energía, pactó con las empresas y las provincias productoras un precio interno diferencial para el barril y un plus para el crudo y las exportaciones incrementales, pero a la industria parece estar sobrándole los pesos y faltándole los dólares necesarios para blindarse y producir.
Por caso YPF salió a buscar dólares al mercado internacional ampliando su programa global de deuda un 60% hasta los u$s 8.000 millones y tomando, esta semana, u$s 500 millones en el mercado mayorista. La petrolera nacional fue la que marcó el pulso en Vaca Muerta y puso al yacimiento Loma Campana como el segundo de mayor producción en el país. Además fue una de las únicas firmas que consiguieron aumentar su producción durante el pasado período. El desempeño conseguido se edificó sobre los cimientos de una sólida inversión que rondó los u$s 5.500 millones y que para este año su CEO, Miguel Galuccio, apunta a repetir. Todos coinciden en que no será sencillo contra el trasfondo turbulento del contexto internacional.
FECHAS A CONFIRMAR
Uno de los pilotos más importantes para este año es el acordado entre YPF y la compañía malaya Petronas. Ambos cerraron una inversión de u$s 550 millones para el área La Amarga Chica y una proyección final, en caso de pasar a etapa intensiva, de u$s 9.000 millones. Si bien el convenio, que incluyó la salida de GyP por la que la Provincia recibió u$s 41 millones, se firmó en diciembre pasado, los detalles del proyecto aún se mantienen bajo llave.
Fuentes de la petrolera nacional confirmaron que la arquitectura del piloto está en ejecución. Sin embargo, habrá que esperar hasta los primeros días de marzo para conocer el plan definitivo de perforación y la fecha de inicio para el movimiento de equipos.
REESCRIBIR UN PROYECTO
La Calera es otra de las exclusivas áreas a las que se le adjudican un gran potencial petrolero en Vaca Muerta. A 30 kilómetros de Añelo, ubicada entre los yacimientos no convencionales Loma Campana y Aguada Pichana, la zona fue adquirida por Pluspetrol a YPF (luego de que la firma nacional absorbiera los activos de Apache) y el mercado esperaba novedades sobre su desarrollo.
La compañía, que en la cuenca explota principalmente gas, presentó a la casa matriz un proyecto exploratorio para ir en busca de shale oil. El proyecto se realizará en conjunto con YPF, pero la operación quedará a cargo de Pluspetrol, que busca hacer su curva de aprendizaje en el shale de la Cuenca Neuquina. La firma dirigida por Natalio Battaglia cuenta con un antecedente en el área Puesto Silva con buenos resultados, pero aún con un alto costo para la línea de rentabilidad que se maneja para la formación.
El proyecto, que tuvo el visto bueno a principios de enero, ahora entró en una etapa de dilaciones, según confirmaron fuentes de ambas empresas. El contexto mundial enturbió una propuesta que semanas atrás era un hecho. Sin embargo, según pudo saber "Río Negro Energía", las exigencias de la parte acompañante para aumentar la envergadura del piloto en producción habría sido el freno de mano temporal.
La propuesta inicial contempla el desarrollo de tres pozos horizontales y un cuarto de contingencia, sujeto a los resultados obtenidos. El costo estimado para cada una de las perforaciones treparía hasta los u$s 20 millones, lo que sumaría una inversión total cercana a los u$s 80 millones. La Calera cuenta con al menos dos pozos exploratorios, uno de ellos el segundo más profundo de la cuenca con 5.300 metros, que fueron realizados hace un par de años por Apache.
Fuente: Enernews / Por FEDERICO ARINGOLI.