El glamping Elcodomo se consolida como una de las alternativas turísticas más elegidas por quienes buscan contacto directo con la naturaleza sin resignar comodidad. En Villa Pehuenia, a orillas del Lago Aluminé, el lugar ofrece una experiencia que fusiona paisajes patagónicos, confort y un fuerte compromiso con el entorno natural y cultural de la región.
En diálogo con el programa “Cuando la noche cae, la radio se enciende”, que se transmite por AM550, Martín Ancaten, empresario y uno de los fundadores del emprendimiento, explicó que el proyecto nació a partir de un acuerdo con una familia de la comunidad mapuche Puel. “Después de varios años de conversaciones con la familia de Plácido Puel, Carmelo y Alejandra, pudimos concretar un acuerdo para llevar adelante esta iniciativa”, señaló.
El complejo se encuentra a unos 310 kilómetros de la ciudad de Neuquén y cuenta con domos completamente equipados para dos y cuatro personas. La propuesta se divide en dos experiencias: tres domos para dos huéspedes ubicados directamente sobre la playa del Lago Aluminé, que ofrecen vistas privilegiadas y comparten un baño, y otros tres domos para cuatro personas, con baño privado, inmersos en el bosque nativo patagónico.
“Son dos formas distintas de vivir el lugar: una más cercana al lago y otra que propone una inmersión total en el bosque, aunque todos tienen acceso a la costa”, explicó Ancaten durante la entrevista. Desde el glamping, destacan la importancia del turismo responsable y el respeto por el ecosistema. El emprendimiento invita a los visitantes a intervenir lo menos posible en el entorno natural, cuidando tanto el paisaje como la fauna local. Además, el complejo es petfriendly y promueve la convivencia con animales, incluyendo a Pirata, el perro que acompaña a los anfitriones cada temporada.
En cuanto a las comodidades, cada domo cuenta con colchones confortables, ropa de cama, toallas, calefacción, electricidad y acceso a wifi. Los huéspedes también disponen de vajilla completa, cocina compartida con fogón, sanitarios con duchas de agua caliente y el uso diario de kayak o tabla de SUP para recorrer el lago.
Respecto a la ocupación, Ancaten indicó que la demanda es alta cada temporada. “Para Navidad quedan dos lugares disponibles, pero para Año Nuevo estamos completos”, afirmó. Si bien los valores son superiores a los de un camping tradicional, resultan más accesibles que las cabañas de la zona cordillerana. “La idea es que el visitante solo traiga su bolso, como si fuera a un hotel”, concluyó.