FRACTURA HIDRAULICA

Sismos, fracturas y la estructura ausente del Estado

Volvió la actividad y volvieron los sismos a Sauzal Bonito. Una conclusión más política que técnica ante la ausencia de una política de estado.
miércoles, 28 de octubre de 2020 · 15:31

Este año el mundo está experimentando cambios trascendentales en la vida laboral, social y ambiental. La llegada del Covid-19 no solo instaló el debate salud-economía sino también reafirmó el camino hacia la transición energética.

En estos ocho meses de declarada la pandemia, tanto los países líderes como las grandes compañías petroleras avanzaron a pasos agigantados en esta nueva cultura energética. Sin embargo, algunos jugadores de Vaca Muerta parecen no asimilar las transformaciones sociales y ambientales que el planeta inició hace décadas.

Los temblores en Sauzal Bonito llevan más de tres años y ninguna respuesta socialmente seria de los principales actores de la industria. El desafío por el que transita la relación “fractura hidráulica-sismos” implica abordar el tema desde el estudio de los signos más que desde la geofísica.

La mirada técnica no reemplaza la estructura del lenguaje que se instala en el cuerpo social; sino todo lo contrario, termina formando mecanismos de negación que reafirma la creencia de la relación.

La gestión ambiental del actual gobernador Gutiérrez se encargó de instalar en los medios que con una red de sismógrafos y un convenio de monitoreo con el INPRES, se podría llegar a analizar la relación “fractura-sismos” en la zona más caliente de Vaca Muerta.

Mientras tanto, desde la mirada técnica de la industria se sostiene que no existe comprobación científica que avale tal relación. En ambos casos se ignoran los hechos y se descalifica la percepción social bajo el concepto reduccionista de zona sísmica o falla geológica.

Porque el sismo de ayer en Sauzal Bonito tuvo mayor repercusión mediática 

La respuesta es tan simple como entender que estamos en una zona sísmica, aunque a esta conclusión habría que sumarle indicadores sociales, políticos, económicos y ambientales que determinan la relación “fractura-sismo”.

El primer hecho que incorporó la sociedad es saber que durante los últimos ocho meses la actividad de fractura se desaceleró al igual que la percepción de los sismos. La segunda es entender que una compañía europea, con altos estándares ambientales y sociales, suspendió voluntariamente el pasado 6 de junio sus actividades por 48 horas en el campo por un sismo de menor intensidad. Y en tercer y último lugar, analizar que las actividades en las áreas petroleras se reiniciaron lentamente bajo la presencia de los gobiernos provincial y nacional.

Desde la mirada lingüística, los hechos reafirman la pérdida de tiempo de las instituciones técnicas y científicas que deberían abordar en forma multidiciplinaria la relación “fractura-sismos”, la evidente falta de regulación provincial que ordene las conductas corporativas y la pérdida de imagen y credibilidad de los actores políticos.

Por otro lado, los recientes estudios realizados en Gran Bretaña obligaron a suspender las actividades en la zona Lancashire, Presto New Road, a pesar de que los mismos concluyeron que “no es posible determinar científicamente que la fractura hidráulica genere movimientos sísmicos”.

La preocupación mundial sobre este tema llevó a la industria a aplicar distintas tecnologías para determinar si las fracturas producen sismos en zonas con fallas geológicas. En la última Conferencia de Tecnología de Fractura Hidráulica del SPE una empresa presentó un estudio sobre imágenes electromagnéticas. La señal captada por 350 receptores en el suelo mostró el movimiento fluido y sugirió el desarrollo de fracturas en 27 etapas.

El documento técnico determinó que la señal migró hacia la zona de la falla acercándose al pozo primario. Estas imágenes llevaron a tomar la decisión de realizar un nuevo plan de perforación y evitar futuras fracturas en cercanía de la falla.

Como se detalla en este artículo, existe abundante bibliografía técnica sobre la relación “fractura hidráulica-falla geológica” que a la luz de los hechos no es tenida en cuenta por el Estado Provincial. “En tres años, la gestión ambiental solo puede informar los registros del INPRES sin ningún tipo de análisis asociado o valor agregado a las actividades androgénicas de la zona”, confesó un reconocido consultor ambiental de una importante operadora.

Como se observa, el estudio de los sismos de Sauzal Bonito tiene distintas miradas y hasta el momento, es difícil de establecer una comprobación empírica que posibilite determinar la relación fractura-sismo.

Con el paradigma irresuelto, se hace necesariamente importante atender la estructura del lenguaje que se instala en el cuerpo social bajo la ausencia del Estado. La realidad histórica indica que los mitos solo se destruyen reforzando con hechos, y no ignorándolos.

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