LA AGENDA ENERGETICA

Dura posición del Mosconi sobre modificación del presupuesto

La posibilidad de utlizar el presupuesto para obras de infraestructura gasifera generó la dura crítica del IAE. La macroeconomía condiciona las inversiones privadas y la actual administración busca alternativas para ampliar la red de transporte. Un debate que se incorpora a la agenda energética.
martes, 10 de agosto de 2021 · 10:34

El 5 de agosto el Gobierno Nacional publicó la modificación y ampliación del Presupuesto Nacional a través del anexo 2 del DNU 489/21 incorporando obras de infraestructura gasífera.

Para este año se asignaron más de $ 10.400 millones para ampliación de las plantas compresoras del gasoducto Centro-Oeste y para el 2022, la construcción de un nuevo gasoducto entre Mendoza y Córdoba con un impacto de $ 41.600 millones en el Presupuesto Nacional.

Sumado a estas obras se contempló los estudios de factibilidad técnica de la nueva traza del gasoducto Tratayen-Salliqueló por un total de $ 7.800 millones para este año y un presupuesto de $ 44.200 millones para el 2022 que se afectará a la construcción de la etapa I del gasoducto Néstor Kirchner-Transport.Ar

En este contexto, el departamento técnico del Instituto Argentino de Energía Gral Mosconi difundió un duro comunicado definiendo que “la modificación del Presupuesto refleja la ausencia de un Plan Estratégico”.

Para el instituto que es presidido por el ex Secretario de Energía, Ing. Jorge Lapeña, existen fundamentalmente dos problemas que cortan transversalmente la gestión de la cartera energética y son “la falta de una política tarifaria clara y determinada, y la ausencia completa de planificación de la infraestructura”.

“La modificación del Presupuesto refleja las consecuencias de no tener plan ni estrategia energética” detalló el responsable del departamento Técnico, Lic. Julián Rojo.

“Por un lado tenemos un sistema eléctrico y gasífero que demanda cada vez más fondos para poder prestar el servicio público de distribución; y por otro, tenemos un sector hidrocarburífero que no quiere ni puede tomar riesgos para invertir pero que demanda infraestructura” afirmó.

Hay importantes problemas en la producción, en el transporte y en la distribución de energía que se cubren con fondos estatales… Esto implica que el Estado argentino asuma gran parte de los riesgos del negocio… en el caso del gas se subsidia a los productores (Plan Gas)… se financian inversiones con el impuesto a la riqueza y otras inversiones privadas con fondos de ANSES” se detalla en la nota publicada en el día de ayer.

 “La suma por estos ítems alcanza los U$S 2.800 millones por año hasta el 2022, es decir, U$D 5.600 millones en total” estimó el IAE.

Por otro lado, fuentes del gobierno aseguraron que destinar fondos de partidas presupuestarias al financiamiento de obras del sistema troncal de gasoductos "beneficiará en un futuro cercano la reducción de la importación de Gas Natural Licuado" (GNL) y consecuentemente "la salida de divisas del país".

Lo cierto es que con los actuales indicadores macroeconómicos, es practicamente imposible “tentar” a los privados en financiar obras de infraestructura. El Gobierno de Mauricio Macri intentó en su momento financiar proyectos, y la actual gestión buscó retomar los acuerdos con el gobierno de China. En ambos casos los resultados no fueron los esperados por lo que la actual administración tomó la decisión de ampliar el sistema de transporte de gas y solventar las obras con recursos del Tesoro Nacional.

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