En ese instante el personal policial observa gran cantidad de carne en el asiento trasero del vehículo, dándose intervención inmediata al personal de bromatología de dicha localidad, haciéndose presente dos inspectoras.
Minutos después personal de bromatología realizo el decomiso de 10 costillares de carne vacuna, cada uno con un peso aproximado de 12 kilos, sumado a doce cajas las cuales contenían distinto tipo de achuras, mencionando que no poseían ningún tipo de documentación que justifique la procedencia de la carne, careciendo además de sello sanitario, siendo un total de 380 kilos de carne, los cuales además eran transportados sin cadena de frio.