Lograron ser detenidos gracias a un llamado de un vecino. Se hacían pasar por superhéroes.
Portaban en sus rostros máscaras de los personajes infantiles como la de Iron Man y la del Increíble Hulk. Además en su poder tenían una tumbera y otros elementos.
Participó de la detención personal de la Unidad 26, a cargo del comisario Jorge Aued.