CUTRAL CO
Dos asesinos prófugos tras escaparse de la U-22
Salinas cumplía una pena de 11 años por matar a su primo y Sosa, 9 años por asesinar a Carlos Rebolledo.Durante la madrugada, se fugaron dos asesinos que estaban detenidos en la Unidad 22 de Cutral Co. Ambos tenían condenas firmes por dos crímenes ocurridos en Neuquén y Centenario.
Según lo que informaron las autoridades policiales, cerca de las 2:30 el personal de la cárcel encontró los barrotes de una ventana cortados. Luego contataron que en la celda 5 del pabellón 4, faltaban los dos internos que estaban alojados allí, Javier Salinas (26 años) y Juan Pablo Sosa (28).
Los presos salieron por la ventana hasta el patio, desde donde treparon al paredón y luego el alambrado perimetral, sin que nadie los haya visto.
Las autoridades de la unidad de detención abrieron una investigación interna para tratar de determinar si hubo colaboración interna o alguno de los penitenciarios de guardia no cumplió con su trabajo.
Antecedentes
Javier Salinas (26 años) fue condenado en febrero de este año a 11 años de cárcel. Se lo consideró culpable del crimen de su primo Jonathan Salinas, quien se había fugado unos meses antes de la cárcel de Cutral Co. El hecho se produjo el 16 de junio de 2015, en la Toma 4 de febrero, donde Jonathan aguantaba mientras estaba prófugo.
En el juicio quedó comprobado que Javier Salinas discutió dentro de la casilla y le disparó desde muy cerca con un pistolón calibre 20. Una vez que su primo cayó al piso, le pegó culatazos en la cabeza con el mismo arma.
El atacante estaba gozando del beneficio de libertad condicional y había salido el 21 de abril.
Juan Pablo Sosa (28) asesinó al chileno Carlos Rebolledo Rebolledo (61), en una casilla del barrio Bella Vista de Centenario, en octubre 2013. Luego de algunos meses prófugo, en julio de 2014 lo condenaron a 9 años de prisión de cumplimiento efectivo.
Sosa y Rebolledo pelearon dentro de la precaria vivienda de la toma. según lo que se difundió en el juicio, el chileno le habría hecho una broma que despertó la ira de Sosa.Según la autopsia, Rebolledo Rebolledo murió de algunas puñaladas y unos 50 golpes que tenía en la cabeza. No solo eso, sino que el atacante escondió el cuerpo de su víctima en un placard y siguió viviendo en la casilla. Una semana más tarde y al ver que Rebolledo Rebolledo no aparecía, los familiares fueron hasta la casilla y el fuerte olor los llevó hasta el cuerpo escondido.