Caso Cielo López: primera jornada con abundancia de pruebas

Con ocho testigos, en el recinto de sesiones de la Legislatura provincial, se inició este lunes el esperado juicio por jurados por el abuso sexual y asesinato de Laura Brisa "Cielo" López, ocurrido en septiembre del año pasado en Plottier, en el que se determinará la responsabilidad de Alfredo Emilio Escobar, único imputado, por el delito de femicidio. Bajo un riguroso protocolo sanitario, declararon las hermanas de la víctima, un amigo, efectivos policiales, y una testigo de identidad reservada que estuvo con el imputado la misma madrugada del homicidio. Los testimonios iniciales de testigos aparecen contundentes. Para la defensa, no fue un femicidio ni hubo abuso sexual.

Escobar ingresó a la sala de las audiencias esposado, con barbijo y máscara, y vestido con una camisa color gris. 

El juicio se inició con las recomendaciones del juez Lucas Llancarelli al jurado popular en cuanto al alcance de la actividad que deberán realizar, y luego el fiscal Juan Agustín García y el querellante Marcelo Hertzriken Velasco, pronunciaron sus alegatos iniciales. Tanto García como Velasco se dirigieron al jurado popular para reclamarle un declaración de "culpabilidad" de Escobar, al sostener coincidentemente que fue el imputado quien "abusó sexualmente de Cielo, la mató a golpes en el cráneo, la desmembró y arrojó sus restos al río Limay". Para ellos, claramente se trató de un femicidio.

El alegato del defensor Elio García fue breve. Dijo que el episodio "no fue un femicidio" y agregó que "tampoco estamos frente a un caso de violación". Le aclaró al jurado que "no buscamos confundir, sino un juicio acorde al principio de inocencia del que goza mi defendido". También señaló que "ni la fiscalía ni la querella han traído la suficiente cantidad de pruebas con fuerza como para convencer con el nivel requerido para llegar a un veredicto de culpabilidad"

Pamela Melisa y Damaris Alejandra López, dos hermanas de la víctima, fueron los primeros testimonios escuchados. Ambas, visiblemente acongojadas, interrumpieron sus relatos por el llanto. La primera dijo que estuvo con Cielo hasta las seis de la tarde del 12 de septiembre del año pasado en su casa. A esa hora se fue hacia el colegio "y nunca más pude hablar con ella; no la ví más", señaló. Dijo que Laura "no tenía novio" y que "nunca le contó que conociera a Escobar".

Damaris fue la hermana que el domingo 15 de septiembre fue convocada a la comisaría séptima para reconocer, por fotos, los primeros restos hallados en el río. Fue por un anillo y un saco de su propiedad que le había prestado. "Me mostraron la foto de su mano y del saco que estaba roto", afirmó.

Ambas coincidieron en que desde el asesinato de Laura "nuestra vida fue horrible. Mi padre perdió el trabajo y cayó en una profunda depresión. Se acuesta llorando y se levanta llorando". También hicieron referencia a que las hijas pequeñas de ambas preguntan "cuándo viene la tía a cuidarnos, y no sabemos qué decirle".

Policías y peritos

Luego declaró Miriam Estévez, efectivo policial que el 15 de septiembre participó del hallazgo de los primeros restos humanos en el río Limay. “Al mediodía, el jefe nos comunica que vayamos a la zona de Los Espigones y entrevistemos a unos pescadores”, dijo la mujer. “Estaban pálidos y nerviosos” señaló, porque habían encontrado la cabeza, los brazos y las piernas en el lecho del río. “Acordonamos todo y no dejamos pasar a nadie”, señaló.

Si bien dijo no conocer a Escobar, relató un episodio ocurrido meses antes del asesinato cuando el imputado fue detenido al hacer caso omiso a un control policial en la ruta 22 a la altura de la terminal de Plottier, y al escapar embistió a un patrullero y lo hizo volcar. Dijo que Escobar iba en un VW Gol junto a otra persona.

El oficial Carlos Amarilla, adiestrador de perros para la búsqueda de personas o de cadáveres, también ofreció su testimonio del domingo en el que fue encontrado el torso de la víctima, a unos 2300 metros aguas abajo del sitio del hallazgo inicial, y a unos 30 centímetros de profundidad.

No menos importante fue el aporte del oficial Simón Espinoza, quien estuvo a cargo del análisis de las comunicaciones telefónicas entre Escobar y López.

El especialista afirmó que el 13 de septiembre de 2019 Escobar llamó en cuatro oportunidades a Laura López, entre las 3.16 y las 3.40. Ya en esta última Escobar estaba muy cerca del domicilio de la víctima.

El teléfono de Laura se apagó a las 5.22 en la vivienda de Escobar.

El teléfono de Escobar fue detectado el sábado a las 23.05 en la zona del río Limay, en los espigones.

De los testigos técnicos, también declaró el oficial Diego Pereyra, quien analizó el registro de 18 cámaras de seguridad privadas, de las que en dos se los vio a Laura y a Escobar caminando rumbo a la casa del imputado, a las cuatro de la madrugada.

La audiencia está presidida por el juez de Garantías Lucas Llancarelli y se realiza de manera presencial para las partes y por zoom para la prensa.

Está previsto finalizar el próximo viernes con los alegatos de clausura de las partes.

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