Un total de 22 jóvenes fueron identificados e imputados durante la mañana del domingo, cuando la policía acudió a un domicilio en la localidad bonaerense de Florencio Varela, a constatar que efectivamente se estaba realizando en el lugar una fiesta clandestina.
Los vecinos habían alertado movimientos intensos en el lugar durante la noche. Escucharon la música electrónica, las risas y los gritos de festejo, y decidieron hacer la denuncia. Cuando los uniformados arribaron, dieron por terminada la celebración, y secuestraron 2 vehículos.
Los participantes quedaron imputados por haber violado el artículo 205 del Código penal, que prevé una pena de prision entre seis meses y dos años para quienes no cumplan con las medidas adoptadas por las autoridades nacionales, para impedir la propagación del Coronavirus.
Los autos secuestrados fueron un Mercedes Benz A200 y un Peugeot 308, que además entorpecían el tránsito en el barrio. La causa quedó a cargo del juez federal de Quilmes, Luis Armella.