Seguirán presos los policías que mataron al acusado de abuso

El Ministerio Público Fiscal pidió una audiencia urgente en la que solicitó extender la prisión preventiva de los agentes Wilfredo Cabrera y Laureano Sayhueque, los policiales acusados del homicidio agravado de Hernán Olivera, ocurrida el lunes en un campo ubicado a la vera de la Ruta Nacional N 3. El Juez Fabio Corvalán hizo lugar al pedido. En tanto que el Intendente de San Antonio respaldó el trabajo de los uniformados.

“Los indicios colectados nos llevan a sostener la imputación y porque los imputados podrían interferir en el éxito de la investigación pedimos la extensión de esta medida cautelar", confirmó el fiscal Jefe Hernán Trejo y explicó que “tenemos por delante 26 personas a quien tomarle declaración, pruebas pendientes que demoran no menos de 90 días, eventual ADN y otras pericias sobre los vehículos, la ropa y la víctima”, y temen que los policías en libertad pueden interferir en la investigación.

Por ello solicitó cuatro meses de prisión domiciliaria y dos meses de incomunicación, resguardando la que efectúen con su defensor Damián Torres, quien adelantó que su teoría del caso difiere a la del Ministerio Público. El abogado se opuso a la extensión de la prisión preventiva y cuestionó especialmente la incomunicación requerida.

Trejo aclaró que los agentes abandonaron el lugar donde fue muerto Olivera y lo consideró como un hecho grave. Y en cuanto a la incomunicación, explicó que se busca evitar que los imputados intercedan de forma indirecta con los testigos.

Finalmente el Juez Corvalán dispuso la continuidad de la prisión preventiva domiciliaria tal como lo requirió la Fiscalía, aunque no aceptó la incomunicación requerida.

Según los indicios que maneja la fiscalía, Olivera fue asesinado dentro de su auto mientras era perseguido por la Ford Ranger de la Brigada Rural. El VW Gol Country tenía al menos 7 perforaciones de bala, las gomas en llanta y dentro del vehículo se encontró manchas de sangre. De esta manera la teoría del caso de la parte acusatoria es que lo mataron durante la persecución, y que los policías mintieron al decir que fue en un enfrentamiento y producto de este uno de los agentes resultó herido.

Para respaldar el abuso de autoridad planteado que deriva en el homicidio agravado, el fiscal explicó que aunque había una denuncia en contra de Olivera, no había orden de captura, por lo tanto no se justificaba tamaña persecución y la balacera a la que fue sometido el vehículo en el que circulaba Olivera.

Con una posición totalmente en contra a la planteada por el equipo de fiscales, se manifestó el intendente de San Antonio -dentro de su ejido se produjo el hecho-, Adrián Casadei: "Los policías que participaron en los hechos ocurridos el lunes pasado en un campo a la altura del km 1071 de la Ruta Nacional N 3, jurisdicción de San Antonio Este, en el que resultó muerto un prófugo de 48 años de edad; tienen prisión preventiva domiciliaria con la prohibición del uso de celulares, y fueron imputados por homicidio agravado. Repudio que deban atravesar por esta situación quienes estaban en cumplimiento de su deber".

Olivera, fue denunciado por una familia cercana por el abuso sexual de dos niñas. El acusado, al enterarse de eso, fue a la casa de las ñiñas y la prendió fuego. Luego huyó de la ciudad en su auto, de todas maneras, la Justicia aún no había ordenado ninguna medida en su contra, por lo cual no tenía orden de captura.