Un policía sería el asesino de su hijo no reconocido

El cuerpo de Santiago Arriagada apareció a muy pocos metros del santuario del Gauchito Gil a la vera de la avenida Circunvalación en Bariloche. Luego de una investigación intensa, la causa tuvo un avance inesperado, con un policía involucrado en el crimen como autor y un móvil definido: el reclamo de filiación que desde hace un tiempo había iniciado el joven de 16 años a quien su madre había sindicado como su padre.

La Justicia barilochense avanza en la resolución del crimen del joven de 16 años que el pasado 31 de octubre fue encontrado muerto en inmediaciones del Gauchito Gil  en cercanías del arroyo Ñireco, en el sector del Alto de Bariloche. Luego de un intenso trabajo y de la aparición de un testigo clave, la fiscal Betiana Cendón tiene apuntado a un policía, quien se encuentra internado con custodia tras un intento de suicidio.

Si bien no existe información oficial al respecto, se supo que los rastros fueron llevando la investigación hacia el Suboficial Mayor Luis Díaz, quien cumplía tareas en el cuartel de bomberos de Dina Huapi. Los cabos que fueron atando los investigadores comenzaron con una extraña desaparición del hombre durante los dos días que estuvo desaparecido Arriagada. Al ser un integrante de la fuerza, se movilizó una importante cantidad de personal, que lo encontraron en cercanías de la desembocadura del río Ñirihuau en grave estado de salud y con signos de hipotermia.

La relación del joven con Díaz era casi inexistente, pero todo comenzó a cerrar para los pesquisas cuando se enteraron por boca de la madre de Santiago que el policía era el padre biológico que nunca había reconocido al menor. Las alarmas se encendieron cuando la mujer comentó que durante el velatorio, el hombre le bloqueó el teléfono. Y directamente lo apuntó como sospechoso, porque su hijo tenía intención de lograr la filiación negada durante 16 años.

En medio de las sospechas, aparecieron imágenes de un shopping de Bariloche, en las que se ve como Santiago se encontró con su padre el viernes antes de su muerte, precisamente el mismo día que su familia dejó de tener comunicación con él. Al video que pudieron acceder los investigadores, se ve como Santiago saluda a Díaz con un apretón de manos y luego continúan recorriendo los pasillos del centro comercial.

Otro dato fundamental es que en su internación en el Hospital Zonal, tras ser presionado por otros de sus hijos, reconocido y también policía, Díaz le habría reconocido que fue él quien mató a Santiago. Lejos de guardar el secreto de su padre, el policía se presentó ante la Justicia para contar todo lo que sabe en relación a la muerte de su hermano. Si bien fue advertido de que no está obligado a declarar en contra de un familiar directo, sin embargo relató todo.

Para el equipo del Ministerio Público, el caso estaría resuelto en cuanto al móvil, ya que el joven había iniciado hace un tiempo un insistente reclamo de filiación. De todas maneras aún faltan algunas pruebas, como determinar donde ocurrió el crimen y de qué manera el asesino se desprendió del cuerpo. Por eso en las últimas horas fue intenso el movimiento de investigadores en la zona donde encontraron el cuerpo el domingo 31 de octubre, quienes buscan algún rastro que les permita demostrar que Díaz estuvo en ese lugar.

Si bien los trascendidos indican que Díaz era policía retirado, aún figura en actividad en los registros de la fuerza. Aunque podría ser que esté en situación de retiro, que es el período previo a que la ANSES lo reconozca como tal.