Gatillo fácil: la mujer baleada continúa muy grave

Mientras avanzan las pericias a las armas de los 12 policías involucrados en el hecho, se supo que la mujer baleada por la Policía de Río Negro durante una persecución continúa en estado grave con transfusiones de sangre diarias y complicaciones surgidas en las últimas horas por lo que continúa en coma farmacológico, con respirador y fiebre.

La joven Rocío Chandía viajaba como acompañante en un Peugeot 208 negro sin patente que la Policía de Allen comenzó a perseguir cerca de las 4.30 de la madrugada del martes. El auto tenía pedido de secuestro porque había sido robado en Cipolletti a principios de noviembre. El conductor se dio a la fuga y se fueron sumando varios patrulleros, hasta que una feroz balacera detuvo la caza. 

Uno de las varias decenas de disparos que salieron de las armas reglamentarias de los 12 policías involucrados atravesó la tapa del baúl, el asiento trasero, la butaca delantera del acompañante e ingresó en la espalda de Rocío. La herida, con orificio de salida, le perforó el colon que debió ser reconstituido por el equipo de urgencias del hospital de Allen.

Aunque fue intervenida el martes a la mañana, y se esperaba una evolución favorable, desde el hospital trascendió que su cuadro es muy grave. La aparición de fiebre complica la situación. Mientras, se encuentra con asistencia respiratoria mecánica, en coma farmacológico y recibiendo transfusiones sanguíneas de manera diaria. Otros dos disparos dieron en las piernas de la joven, aunque esas heridas sufridas no revisten gravedad en relación a la bala que le perforó el abdomen.

Con respecto a la investigación, no hay información oficial al respecto. El Ministerio Público de Roca, no emitió ningún comunicado más que el del primer día que confirmaba el inicio de un legajo en el que se investigaba el accionar de 12 policías que participaron de la persecución.

Por su parte desde el Ministerio de Seguridad y la Policía, sólo se limitaron a separar de sus funciones en la calle a los policías involucrados y pasaron a tareas administrativas, ya que las armas oficiales quedaron secuestradas para ser peritadas y confrontados sus proyectiles con los encontrados en el interior del Peugeot 208. De todas maneras trascendió que el auto tenía 16 impactos y no todos en dirección de atrás hacia adelante, sino que hay varios más que indicarían que la persecución se transformó en una cacería.