El femicida de Guadalupe Curual, de 21 años, intentó suicidarse de nuevo y fue derivado al hospital Oscar Arraiz, de San Martín de los Andes. El martes a la noche, luego de asesinarla brutalmente en plena calle, se realizó varios cortes en el cuello, pero esta noche de miércoles, trató de ahorcarse con un cable mientras estaba internado en el nosocomio de Villa la Angostura. En paralelo, desde distintas agrupaciones convocaban a manifestarse fuera del nosocomio de San Martín en repudio a la derivación y cuidado judicial.
El policía de custodia de la habitación alertó sobre lo ocurrido, cuando ya lo encontró desvanecido. Al parecer, Quintriqueo usó la sonda que tenía conectada para intentar ahorcarse.
Guadalupe había sido amenazada el lunes por mensaje de WhatsApp Curual, tenía denuncias realizadas en la Policía, él tenía restricciones, pero nada sirvió y el martes a la noche lo concretó. La joven trató de defenderse, corrió por la calle pidiendo ayuda, aunque él la alcanzó y la mató delante de numerosos testigos.
Tal como informó este diario, desde hacía unos días Guadalupe –madre de una beba de un año, empleada de una pastelería céntrica y estudiante de la carrera de gastronomía y hotelería en Bariloche- estaba viviendo en la casa de una amiga suya, Lucía Navarro. Cuarenta y ocho horas antes del femicidio, la joven recibió la última amenaza de muerte. El femicida “le contó hasta cómo iba a matarla”, según reveló a la prensa Valeria Navarro, ex concejala de La Angostura y hermana de Lucía.
Esta noche, tras el nuevo intento de suicidio y para evitar una rebelión popular, fue trasladado sigilosamente desde el hospital de Villa hasta el de San Martín, aunque no trascendió cuál es su estado de salud. Por la tarde, no le pudieron formular cargos porque se encontraba “inconsciente” a raíz de las primeras lesiones autoinfringidas.