Escapó de la comisaría y fue encontrado muerto en las bardas

La fuga de Edison Infante conmocionó al Alto Valle este. Es que el joven de 23 años se fugó de la Comisaría 16° de Ingeniero Huergo horas antes de comenzar el juicio en su contra por el asesinato de Susana Altamirano, de 78 años, a quien abusó y luego degolló para robarle sus ahorros. Casi 9 meses después del escape que evidenció complicidad de quienes debían mantenerlo tras las rejas, se supo que el cuerpo hallado en octubre en la zona de bardas pertenece al joven.

La Justicia de Regina confirmó que los análisis realizados en el Laboratorio de Genética Forense de Bariloche determinaron que los restos óseos encontrados la zona de bardas de Huergo pertenecen al joven asesino. En un primer momento los restos fueron trasladados a la morgue de Roca y al no poder determinar su identidad por el avanzado estado de descomposición, se enviaron para ser analizados genéticamente. 

Los investigadores sospecharon desde el primer momento que los restos encontrados en un zanjón pertenecían a Infante. Es más el joven al fugarse dejó en su calabozo una nota en la que daba cuenta de que se suicidaría en un cañadón de la barda norte. Si bien se siguió el rastro, los pesquisas no lograron encontrarlo y pensaron que se trataba de una maniobra de distracción para no ser hallado.

Sin embargo, tres meses más tarde, en la zona norte de la localidad se encontró un cuerpo y por la características de las prendas que se hallaron en el lugar, se sospechó que podría ser Infante. En el lugar se secuestró un par de zapatillas que coincidía con las del prófugo y una foto familiar.

El estudio realizado en Bariloche comparó una muestra del cuerpo encontrado con el perfil genético que tenía a disposición la Justicia por el homicidio de Altamirano y se determinó que se trataba de la misma persona. De todas maneras las pruebas realizadas resultaron inútiles para determinar las causas de la muerte, ya que en el cráneo no se encontraron signos de criminalidad, como tampoco en el lugar donde se encontraron los restos.

En febrero de 2019, Altamirano fue encontrada muerta en su cama. Las pericias determinaron que fue abusada sexualmente y luego degollada. El asesino, entró por una pequeña ventana del baño a la casa y tras amenazarla con una navaja logró reducirla. Sin encontrar la cifra de dinero que pretendía, ya que la mujer tenía varias propiedades en alquiler, la violó y mató.

Infante era vecino de la mujer y desde que llegó la Policía se mostró muy colaborativo y hasta fue testigo en varias actuaciones realizadas. Sin embargo su rol en la causa fue transformándose mientras los investigadores analizaban las pruebas. Es que además de los rastros de los perros, sus características coincidían con las imágenes captadas por las cámaras que la víctima tenía en su casa. Luego en un allanamiento en la casa de Infante, se secuestraron prendas con sangre y una careta, igual a la utilizada por el asesino, tal como aparece en las imágenes.