MANEJABA TODO CON UN CELULAR
Desde la cárcel seguía manejando la venta de cocaína
Milton Prado llevaba un estricto control de la distribución, venta y cobranza de droga y daba órdenes por teléfono móvil.Con un celular, un cuaderno y una lapicera, Milton Prado continuaba liderando una banda narco que se dedica a vender cocaína en el sector norte de Roca. Además, con las ganancias, brindaba instrucciones precisas para continuar con la construcción de un complejo de departamentos en esa zona de la ciudad.
Prado en los últimos dos años se había convertido en el líder narco más buscado por la Policía de Río Negro y fue atrapado en un descuido, luego de al menos 20 procedimientos que fracasaron porque el líder se enteraba antes de que llegaran los uniformados. Sin embargo en junio pasado lo encontraron en la casa de su mamá en Quinta 25 y aunque quiso escapar, fue detenido.
Ya en la Colonia Penal U5, donde esperaba el juicio por alguna de las tres causas que tenía en proceso en el Juzgado Federal, la División Toxicomanía de Roca confirmó que la banda de Prado continuaba proveyendo distintos kioscos en el sector norte y sus soldaditos participaron de diversos enfrentamientos con otros grupos dedicados al mismo rubro en defensa de su territorio.
El juez Federal Hugo Greca autorizó distintas escuchas y comprobó que Prado se comunicaba con uno de sus lugartenientes conocido como "el Paisa", quien se ocupaba de la provisión y distribución y cobro del circuito de la cocaína que traficaba cuando estaba prófugo de la Justicia.
Con los contactos aceitados, uno de los integrantes de la banda continuaba recibiendo la merca, que se calcula mantienen escondida en distintos campos al norte de la ciudad, y se mantenía la provisión a los kisocos y soldaditos. Como también el cobro regular para que no se corte la cadena. De todo esto Prado tenía control desde la cárcel, de acuerdo a lo que se comprobó con las escuchas.
En la investigación autorizada por Greca, aparece un número de teléfono que se repite y el informe de las empresas de telefonía móvil indican que todos esos llamados parten de la cárcel Federal roquense, donde estaba preso Prado. Con esa información se autorizó un allanamiento que permitió secuestrar una pequeña cantidad de cocaína, pero lo más valioso para la causa fue el hallazgo de varios teléfonos celulares que servirán de prueba para el nuevo proceso judicial que deberá enfrentar el líder narco, que fue trasladado a la cárcel de Senillosa.
En una de las escuchas, luego de ordenarle al Paisa que le cobre a distintos revendedores, le solicitaba que compre con ese dinero una cierta cantidad de materiales para continuar con la construcción de un complejo de departamentos ubicados en Barrio Nuevo, que servirían para solventar los gastos de su familia mientras esté preso.
Esta es la segunda vez que Prado digita los movimientos de sus secuaces desde el interior de una celda. Es que el Tío, como se lo conoció en un primer momento, construyó su poder desde la cárcel provincial, donde compartió sus días con Javi Luna, un narco que fue detenido en 2016 y que le brindó los primeros contactos para manejar la venta de cocaína en Roca. Una vez que agotó la pena, su negocio comenzó a crecer y la red de venta se aceitó de manera eficiente que fue ganando cada vez más territorio de comercialización a fuerza de balas.