Un mes de prisión preventiva al que le disparó a Miguel Auer

El juez de Garantías Marco Lupica Cristo le impuso un mes de prisión preventiva a los otros dos participantes del asesinato del agenciero Miguel Auer, ocurrido el 24 de octubre pasado en Neuquén. Jorge Sosa y Jorge Falconi quedaron imputados por homicidio en ocasión de robo agravado por usar un arma de fuego. Para la investigación, Sosa fue quien disparó a quemarropa los dos balazos que llevaron a Auer a la muerte una semana después.

Sosa y Falconi habían escapado tras el episodio y fueron detenidos días después en Las Heras, Mendoza. Mientras, fue detenido en Neuquén Gabriel Castro Herrera, de 62 años, a quien el juez Cristo le impuso seis meses de prisión preventiva.

En la audiencia de formulación de cargos, la fiscal María Eugenia Titanti había solicitado seis meses de prisión preventiva para los acusados. Argumentó que seguían vigentes los riesgos de fuga y de entorpecimiento de la investigación. Por el contrario los defensores de Sosa y Falconi, Martín Espejo Castro y Maximiliano Orpianesi, pidieron la prisión domiciliaria.

Titanti señaló que ante una declaración de responsabilidad, la figura penal de homicidio en ocasión de robo significa una pena de entre 13 y 33 años de prisión. Y recordó que “apenas ocurrido el hecho, ambos dejaron la ciudad, primero para ocultarse en la provincia de Buenos Aires y, luego, en la localidad de Las Heras, en Mendoza. Allí fueron capturados y trasladados hacia Neuquén capital durante el fin de semana”.

El ataque a tiros al agenciero Auer ocurrió el 24 de octubre a las 12.30 en las oficinas ubicadas en el tercer piso de Diagonal 9 de Julio 43 de Neuquén, donde se efectuaban transacciones de  moneda extranjera.

Según la investigación de la Policía y la fiscalía de Homicidios, Castro Herrera pactó con Auer, por whatsapp, un encuentro para cambiar una suma importante de dólares.

Ese día Castro llamó a Auer al portero. Tras identificarse, el agenciero le abrió la puerta de acceso al edificio. Castro subió al tercer piso por el ascensor, vestido con una gorra y un bastón. Sosa y Falconi dejaron el ascensor en el segundo piso y decidieron subir al tercero por la escalera. El primero llevaba un inhibidor de alarmas y el segundo una pistola calibre .40.

Ambos llegaron en el momento en que Castro estaba a punto de ingresar a la oficina.

Sin embargo Falconi advirtió que Auer intentó hacerse del arma que llevaba en la cintura, por lo que le efectuó dos disparos a corta distancia. Sin poder concretar el robo, los tres escaparon. Se sospecha que abajo los esperaba un cuarto hombre en una camioneta. Auer fue auxiliado y llevado al hospital Castro Rendón donde permaneció intrnado en terapia intensiva una semana. El 4 de noviembre murió.

Toda la secuencia del ataque quedó registrada por cámaras de seguridad del edificio.