Violó y embarazó a su sobrina, y la Justicia lo benefició

La niña vivió hasta los 5 años con su tía y su esposo, luego de la separación de la pareja, el hombre continuó frecuentando a la nena que había criado como una hija, pero a los 12 ella quedó embarazada. Allí se desató la catástrofe y quedó al desnudo la violación que había sufrida por quien representó durante gran parte de su vida la figura paterna. Luego de llegar a juicio y ser condenado a 10 años de cárcel por abuso sexual agravado por la convivencia preexistente, dos jueces varones y una jueza mujer revisaron ese fallo y resolvieron reducirle la pena al depravado.

Ante el planteo de la defensa del abusador, los jueces del Tribunal de Impugnación de Cipolletti entendieron que en la sentencia de primera instancia no se justificó de manera debida el agravante que significa la convivencia preexistente y de esta manera se reduce considerablemente la pena de cumplimiento efectivo.

Durante el juicio, quedó comprobado que el violador de la pequeña fue su tío, con quien la niña vivió durante gran parte de su vida. El juez de Juicio, Julio Sueldo entendió que esa convivencia previa fue determinante para que el abusador goce de la confianza de la víctima. Aunque es cierto que ya no compartían la misma vivienda, varios testimonios indicaron que él seguía visitando a la menor, e incluso tenía autorización para retirarla de la escuela.

Esta relación preexistente fue clave para que el hombre de Catriel lograra abusar de la niña de manera reiterada y como consecuencia de este sometimiento, quedó embarazada, por lo que se le debió practicar un aborto. Es más tal fue el daño psicológico que esta situación le produjo que la menor nunca logró declarar en Cámara Gesell y los especialistas explicaron que la forma de superar el abuso fue a través del olvido y de negarse a recordar lo sucedido. De esta manera tampoco se pudo determinar cuándo comenzaron las violaciones.

El hecho fue denunciado en 2019 y la fecha del delito no quedó del todo clara ya que saltó a la luz a medida que fue avanzando el embarazo de la menor. Los estudios de ADN realizado al feto confirmaron que el abusador era su tío, con quien el estudio genético dio un 99% de responsabilidad del embarazo.

Para el presidente del Tribunal de Impugnación, Adrián Fernando Zimmermann, en el fallo de primera instancia no fue debidamente justificado que la convivencia previa se pueda configurar como un agravante. A este razonamiento también adhirió la jueza María Rita Custet y el juez Miguel Ángel Cardella.

En la reducción de la pena entendieron que esta omisión es suficiente para declarar la nulidad de la sentencia: "Corresponde hacer parcialmente lugar a la impugnación de la Defensa solo en la porción en que aborda la agravante de la calificación jurídica" y "en consecuencia, de la pena impuesta por cuanto se afecta la escala penal en abstracto (mínimo y máximo) de la pena de prisión".

Entonces, con esta resolución el abusador resulta beneficiado en cuanto a los años que deberá pasar en prisión. Es que el fallo original lo condenó a 10 años de prisión por un delito que estipula una escala de entre 8 y 20 años. En tanto que con la decisión de Zimmermann, Cardella y Custet, el delito tiene una escala de entre 6 y 15 y deberán revisar la pena, que en caso de mantener el criterio de que sea la mitad del máximo, ahora deberá ser de 7,5 años.