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Viernes 25 de Abril, Neuquén, Argentina
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Lo encontraron robando medidores y lo escracharon

Un hombre fue grabado por un vecino del barrio Almirante Brown de Cipolletti cuando intentaba sacar un medidor de agua.
Martes, 11 de abril de 2023 a las 17:07

Con absoluta impunidad, sin esconderse y a plena luz del día, el hombre bajó de su bicicleta y la dejó tirada en el piso. De rodillas, abrió la tapa de plástico y comenzó a manipular dentro de una de las típicas cajas negras. La maniobra parece haberse complicado más de lo previsto y eso le dio tiempo a un vecino que no dudó en escrachar al ladrón en plena labor.

El video fue generado por un vecino del barrio Almirante Brown de Cipolletti. De acuerdo con la publicación que circula en las redes sociales, fue grabado en la calle Paraguay entre España y Juan Manuel de Rosas, a muy pocas cuadras del centro de la ciudad, y a plena luz del día.

Las imágenes duran apenas 10 segundos, pero sirven para entender cómo actúan aquellos que se dedican a llevarse medidores de agua, sin importar el tremendo daño que le causan a los usuarios del servicio. Y, ni hablar del derroche que hacen cuando se llevan el artefacto y queda sin cerrar la conexión domiciliaria.

En el video se puede ver cómo un hombre, al que se le ve perfectamente la cara, está en plena tarea para desenroscar las conexiones del medidor, que esta enterrado dentro de una caja negra. El trabajo parece ser más complicado de lo que esperaba y allí debe recurrir a algunas herramientas que hasta ese momento permanecen dentro de una bolsita atada al manubrio de una vieja y descuidada bicicleta.

En el breve tiempo que dura la grabación no se puede apreciar el final de la historia. Sin embargo, las denuncias de robo de medidores de agua son cada vez más frecuentes. El alto costo de los metales como el cobre hacen que las conexiones domiciliarias sean un blanco muy fácil, como también los tendidos eléctricos.

Este tipo de delitos fue creciendo durante el último tiempo. No hay uso de violencia, no requiere un grado de conocimiento elevado y tampoco hay mayores riesgos. Los vecinos toman conocimiento que se transformaron en víctimas cuando ven sus veredas inundadas. Luego del robo, la modalidad es sencilla: algunos, que pretenden lograr un mayor valor por el botín, los funden; otros, directamente van a los chatarreros y los venden por unos pocos pesos.

Para el usuario -en cambio- el costo es bastante mayor: deben comprar uno nuevo que tiene un valor cercano a los 30 mil pesos y pagarle a un plomero para su instalación. 

 

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