La calle Río Colorado de Plottier, justo en el límite con la ciudad de Neuquén, es escenario constante de violentos robos y hechos de inseguridad. Ahora, tras un mes de reiterados hechos, una de las vecinas del barrio Unión expresó cómo queda "a manos de Dios" cada noche y "a la deriva de lo que hacen los delincuentes".
En comunicación con Mejor Informado, la mujer detalló que tanto los vecinos del barrio como la Policía de Neuquén conocen las caras y las identidades de las personas que cometen estos robos. Según explicó, provienen de dos focos. Por un lado, uno de ellos vive en el barrio. "Después de uno de los primeros robos a una panadería, los dueños y empleados fueron a verlo a su casa", detalló la vecina. "Lo encontraron en una situación muy tranquila y ni siquiera negó lo que había hecho", continuó indignada.
El otro foco es un grupo de personas en situación de calle, que "viven a la vera de la Ruta 22". Según expresó la vecina, "son la puerta de otros que se acercan, conviven y roban" y también son conocidos del barrio ya que están desde hace años viviendo en las cercanías.
Respecto a la mecánica de los robos, la vecina expresó lo "violentos" que son. "En los comercios rompieron puertas, vidrios y en las casas hicieron destrozos", comentó. Esta situación ha empeorado en el último mes y la semana pasada, uno de los hechos resultó con "saqueos, el robo de ventanas y hasta los marcos", continuó.
Sin embargo, algo que la preocupa tanto a ella como a otros miembros del barrio, es el hecho de que muchos vecinos decidieron tomar la seguridad por sus propias manos. "Están armados con permisos", detalló. "Hasta que no pase algo más grave, no se van a hacer eco", lamentó.
Qué respuestas hay desde la Policía
Si bien desde la comisión vecinal del barrio Unión no han realizado una denuncia colectiva, los vecinos y dueños de los comercios afectados sí se han acercado reiteradas veces a hacerlas individualmente. Frente a esto, la vecina insistió con el pedido de más presencia de la policía.
"Antes habían algunos caminando, ahora no", comentó. "Cuando pasa algo, toman la denuncia y circulan por la zona pero a los dos días vuelve a pasar lo mismo", continuó. Como la cuadra ahora tiene muchos comercios y casas a la venta, a partir de la hora de que cierran los locales, "la calle queda totalmente vacía".
Los reiterados hechos de inseguridad preocupan al barrio por la "impunidad" de los delincuentes. "Como no hay respuesta de la Policía, ellos piensan 'sigamos nomás'. Los van a ver a las casas y ellos como si nada", concluyó.