El policía de Neuquén que recibió un disparo de arma de fuego aparentemente involuntario por parte de un compañero de las fuerzas se recupera favorablemente, pero según informaron fuentes oficiales quedará con secuelas permanentes producto de las lesiones.
Se trata del agente Bautista González quien sigue internado en el hospital Regional Castro Rendón y los últimos partes médicos recibidos por la Policía revelan que “el efectivo se encuentra estable y sin riesgo de vida, pero producto de la lesión quedará hemipléjico”..
Actualmente se esperan los informes periciales para determinar cómo fue la manipulación del arma por parte del compañero al que se le escapó el disparo, pero todo indica de que se trató de un accidente.
El hecho ocurrió el martes 22 de octubre, en una vivienda ubicada en calle Belgrano al 4400. Allí, González con un compañero, que además es uno de sus mejores amigos, estaban limpiando las armas reglamentarias cuando producto de una mala manipulación se escapó un tiro que dejó a González luchando por su vida.
La lesión que provocó la bala comprometió la vida del efectivo que fue saliendo adelante con la asistencia de los médicos y tras ser intervenido quirúrgicamente. “El proyectil en su trayectoria hizo mucho daño. Le provocó un compromiso medular, no tiene sensibilidad del abdomen hacia abajo y varios órganos resultaron dañados”, revelaron fuentes oficiales.
El joven fue ingresado a quirófano, pasó las primeras 24 horas tras la operación y luego su evolución en las siguientes 72 horas de fue positiva. La institución policial dispuso de todos los recursos necesarios para acompañar a la familia mientras el joven va mejorando.
No obstante, informaron que “ya no corre riesgo de vida y está en recuperación, pero el daño que le provocó el proyectil lo dejó hemipléjico”.
Vale recordar que el incidente involucra a otro policía, compañero del herido, quien está a disposición de las autoridades judiciales y también recibe apoyo debido a que el accidente afecta la vida de su colega y amigo.
Se pudo confirmar que ambos se encontraban en la casa de calle Belgrano realizando tareas de limpieza de sus armas reglamentarias, una pistola Bersa Thunder 9 mm, cuando ocurrió el disparo.
El policía al que le escapó el disparo solicitó de inmediato una ambulancia y contactó a sus compañeros para recibir apoyo en el lugar. Reflejo que refuerza la teoría del accidente.
La fiscal Lucrecia Sola ya cuenta con distintas testimoniales y aguardan los informes periciales del caso. Si bien todo apunta a una acusación por lesiones culposas.
Acá hay dos elementos claves de la manipulación del arma a la hora de la limpieza que no se habrían respetado, al menos viejos policía e instructores no ven que haya existido otra posibilidad, por lo que será clave la pericia.
Para que se entienda algo fundamental, el arma tendría que haber estado con el cañón hacia el suelo en diagonal, de acuerdo a lo que se explica durante la instrucción del manejo, manipulación y limpieza de armas.
No obstante, habrá que aguardar el resultado final de las pericias para saber si se sostiene la principal teoría del dramático accidente.