Un brutal homicidio sacudió al barrio porteño de Belgrano el pasado martes por la noche, cuando un joven de 27 años fue encontrado muerto en su departamento tras recibir múltiples puñaladas. Su pareja, de 29 años, y su abuela, de 73, fueron detenidas como principales sospechosas, luego de que su relato sobre lo ocurrido presentara numerosas contradicciones.
El trágico hecho tuvo lugar en un edificio sobre la calle Cramer al 1900, alrededor de las 23 horas. Vecinos alarmados por los gritos provenientes del interior del departamento alertaron a la policía, temiendo que se tratara de un caso de violencia de género. Al llegar al lugar, los efectivos de la Policía de la Ciudad fueron recibidos por las dos mujeres, quienes les dijeron que el joven se había quitado la vida utilizando un cuchillo.
Sin embargo, la versión de las mujeres no tardó en desmoronarse. Los oficiales descubrieron rastros de sangre que se extendían desde una de las habitaciones hasta el balcón, donde yacía el cuerpo del joven, con heridas en el pecho. Cerca del cadáver, encontraron un cuchillo ensangrentado tirado en el suelo del living, lo que generó dudas sobre el relato de las detenidas.
Minutos después, un hombre de 38 años, que se identificó como el tío de la víctima, llegó al lugar y contó a la policía que instantes antes de la muerte, había recibido una videollamada del joven. "Mirá lo que me hizo", le habría dicho el joven, mientras le mostraba las heridas en el pecho y su torso cubierto de sangre. Este testimonio fue clave para que el juez Hugo Decaria, a cargo del caso, ordenara la detención inmediata de las dos mujeres.
Durante las primeras horas de investigación, se reveló además que la pareja de la víctima tenía un pedido de detención activo desde el 6 de julio por delitos contra la propiedad. Mientras tanto, el cuchillo Tramontina secuestrado en la escena y otras pruebas fueron sometidos a análisis pericial.
Un portero del edificio vecino también aportó su testimonio, afirmando que escuchó gritos desesperados cerca de las 11 de la noche y, al recibir el llamado de una vecina, decidió alertar a la policía. "Se veía la pelea porque tenían la ventana abierta, pero no llegué a ver la discusión", relató, agregando que conocía a la familia desde hacía un tiempo, ya que eran vecinos del barrio desde hacía unos años.