“Prendete uno Hernán”. no se sabe si este era realmente el nombre del gendarme encargado de armar la fogata, pero le hizo caso a su jefe y, como reza el tema musical de Las Pastillas del Abuelo, le dio “mecha” a la torre de marihuana. Esta vez la Justicia Federal de Roca ordenó quemar a cielo abierto la droga secuestrada en diferentes procedimientos.
Habitualmente, la Justicia disponía la utilización del incinerador del cementerio municipal de Neuquén, pero esta vez el juez Federal de Roca, Hugo Greca, optó por hacerlo en un campo al sur del río Negro, a cielo abierto.
Muy temprano, el personal del Escuadrón Comahue de Gendarmería cargó cientos de kilos de marihuana que estaban depositados en el Juzgado Federal de Roca y emprendieron el viaje hacia el sur por la ruta Provincial 6. Varios kilómetros después de Paso Córdoba, ya estaban los bomberos de la fuerza esperando para comenzar con la destrucción de la droga.
También participaron del procedimiento los bomberos Voluntarios de Roca, quienes tomaron los recaudos necesarios para que la fogata sea controlada y no afecte la vegetación del campo.