Jesús Juan volvió a zafar de la cárcel. El neuquino protagonizó en el último año al menos dos robos de película. En uno lo persiguieron de Roca hasta Cipolletti, donde chocó en el ingreso a la Isla Jordán. En el segundo, en pleno centro cipoleño, se apoderó de otra camioneta, la dueña se resistió y la arrastró dos cuadras, luego chocó otros tres vehículos. Pese a estos pesados antecedentes, la Justicia lo volvió a beneficiar.
El 18 de octubre del año pasado, Juan puso en peligro a muchísima gente. Es que desoyó la voz de alto de los policías de la Comisaría 3° de Roca y empezó una fuga de película que sumó varios patrulleros. La persecución se extendió por los casi 40 kilómetros que separan esa ciudad de Cipolletti, con un enorme riesgo para todos los que transitaban la siempre riesgosa ruta Nacional 22. Manejaba una Toyota Hilux, que había sido robada de una agencia en Neuquén. Al llegar al acceso a la Isla Jordán, chocó un Nissan Versa de la Policía que cruzaba la ruta a modo de barricada.
Además de la destrucción del movil del destacmento de Seguridad Vial de Cipolletti, también hubo dos uniformados que debieron ser derivados al hospital por las heridas que presentaban. Por este hecho, el fiscal Guillermo Ibáñez lo acusó por encubrimiento en relación al robo de la camioneta y por resistencia a la autoridad y daños al patrullero. Luego de escuchar la formulación de cargos, Juan recuperó la libertad.
Apenas un mes después, volvió a ser noticia. Es que en pleno centro de Cipolletti, en España 185, los policías de la Comisaría 4° lo rescataron de la turba que pretendía hacer Justicia por mano propia. Es que robó una camioneta Chevrolet Montana y llevó colgada durante dos cuadras a la dueña. Antes de cortar con su loca carrera, chocó tres autos estacionados.
Esa vez, el delincuente de 35 años, fue acusado por "robo de automotor dejado en la vía pública en flagrancia, lesiones y daños” y volvió a zafar de la cárcel. Un acuerdo entre el fiscal del caso Diego Vázquez y el defendor Oficial, Rodrigo Martínez, le permitieron revertir la prisión preventiva con una prisión domiciliaria monitoreado por una tobillera electrónica.
La suerte de Juan se cortó por unos meses, es que en enero, la Justicia resolvió revocar la prisión domiciliaria y decidieron que debía cumplir la preventiva en la cárcel de Cipolletti. Pero como su situación no es similar a la de otros delincuentes, por el importante poder económico de su familia, propuso un arreglo económico para no quedar tras los fríos barrotes de la celda.
Y nuevamente los jueces lo favorecieron, aplicaron el criterio de oportunidad, un método alternativo de solución de conflictos, y que le permite evitar el juicio a cambio de un acuerdo entre las partes. La familia neuquina puso los 5 millones para resarcir a la víctima. Con este acuerdo, el defensor solicitó el sobreseimiento. La jueza Rita Lucia firmó la libertad inmediata y declaró que el proceso “no afecta el buen nombre y honor que pudiera gozar”.