Luciana Muñoz: hipótesis, datos descartados y una búsqueda que se reactiva

El 8 de agosto Luciana Antonella Muñoz Aguerre cumplió 21 años. No lo pudo festejar junto a sus familiares y amigas quienes a un mes de su desaparición continúan exigiendo su aparición y una mayor celeridad en la búsqueda de la joven en cada movilización que llevan adelante.

El 13 de julio, exactamente hace un mes,  Luciana salió de la casa de su abuela en el barrio Gran Neuquén para encontrarse con un amigo. La joven que mide 1,50 metros, de tez trigueña, cabello rubio, contextura física delgada y ojos marrones, vestía en ese momento una chomba de color negro, jean nevados y zapatillas negras. Tres días después, en la madrugada del 16 de julio, su madre radicaba la denuncia en la Comisaria 18.

Desde entonces, nadie sabe dónde está, ni siquiera existe algún indicio que permita esclarecer su destino. Ninguno de los rastrillajes llevados adelante por la Policía en distintas zonas de la ciudad tuvo algún resultado. Ni un indicio del paradero de Luciana a pesar de las más de 1200 hectáreas rastrilladas por personal policial a pie, a caballo, en embarcaciones, con canes guías, incluso traídos de otra provincia, numerosas entrevistas realizadas, el análisis de más de 500 horas de cámaras y los 120 kilómetros sobrevolados en helicóptero.

Luciana no aparece y con ello la desesperación de sus familiares y amigas un sinfín de conjeturas sobre lo que le pasó. La Meseta, más específicamente en el sector denominado Choconcito, hasta las costas del río Limay, desde China hasta la Confluencia y el río Neuquén, son las zonas donde una y otra vez se busca a la joven.

“Alguien la debe estar reteniendo”, insiste su madre Lila Aguerre, aferrada a la esperanza, porque las horas y los días pasan sin ninguna novedad, y la desesperación se acrecienta porque “la verdad que están tardando en accionar muchos cosas, y se vuelve muy desesperante porque una no sabe cómo está mi hija”. Entre las diversas hipótesis que investiga la Justicia, una de ellas fue cobrando relevancia en las últimas horas en la que se presume que la joven fue captada y privada de su libertad. 

En medio de las investigaciones y los rastrillajes, aparecieron diversas conjeturas acerca de la compleja relación familiar que tenía Luciana, la vinculación con las adicciones, entre otras cuestiones que hasta el momento no han sido confirmadas.

Esa exigencia de celeridad en la búsqueda será el reclamo que sonará fuerte este martes 13 a partir de las 16 cuando familiares y amigos de Luciana se convoquen en el Monumento al General San Martin de la ciudad de Neuquén y movilizarse por las calles. "No estamos todas falta Luciana", expresaron en las redes sociales para anunciar la nueva marcha.

En las últimas horas, a partir de un llamado telefónico que aseguraba que Luciana estaba en una vivienda de Gran Neuquén Sur se realizaron operativos, sin novedades. Además surgió un dato acerca de una mochila con su nombre que había quedado durante varios días en la Escuela 180 del barrio Belgrano. A pesar de que la mochila tenia un nombre similar (Muñoz Antonella) al de la joven desaparecida, todo quedó descartado cuando la propia familia y amigos no reconocieron ningún elemento en el interior que le perteneciera.

Estas situaciones donde parece que se está próximo a conocer el desenlace de esta historia aumenta la incertidumbre de sus familiares y amigos: “es como que estamos cerca de ella y de repente se desvanece todo. Ya no sabemos qué pensar”, indicó hace unos días Mirta, su abuela.

La recompensa de 10 millones de pesos (en un principio era 1 millón) ofrecida por el gobierno provincial no tuvo el efecto deseado por los investigadores de obtener alguna información clave y concreta del paradero de la joven.

Este martes, en el lugar de esta nueva convocatoria estará Mirta que mostrará la foto de su nieta pero también su pesar, su desolación. Allí volverá a pedir “que nos entreguen a Luciana”.