El policía que mató a un integrante de la comunidad Inalef, en Mallín Ahogado, fue acusado por el homicidio del ex convicto Juan Carlos Villa y de provocarle heridas graves al hijo de este, durante un allanamiento ordenado por la Justicia.
Néstor Adrián Lamadrid, disparó su arma reglamentaria para defenderse de un ataque de Villa. Por eso sus abogados sostuvieron que se trató de un caso de legítima defensa, como plantearon desde la Policía y en el mismo sentido el gobernador Alberto Weretilneck.
De todas maneras la fiscal Jefa, Betiana Cendón, le formuló cargos por homicidio y lesiones graves, ambos doblemente agravadas, por utilizar con un arma de fuego y ser un empleado policial
Luego de hecho, Lamadrid quedó detenido en la Comisaría 12° de El Bolsón y su arma fue secuestrada. Hoy, luego de la audiencia, recuperó la libertad, pero le colocaron un dispositivo de monitoreo satelital y le permitieron regresar a Roca, de donde es oriundo.
La fiscal solicitó cuatro meses para investigar si la actuación del policía se ajustó a los parámetros de legítima defensa, una decisión que requerirá un análisis exhaustivo de pruebas científicas.
En tanto que el fiscal de El Bolsón, Francisco Arrien, detalló que Lamadrid estaba realizando un allanamiento en el Callejón Inalef cuando, tras detener a un fugitivo y ser agredido con un cuchillo por el padre del buscado, respondió con dos disparos que resultaron fatales para Villa. El hijo, Emanuel Mol Villa, también resultó herido de gravedad en el pecho y permanece internado en Terapia Intensiva.
El procedimiento estuvo autorizado para resolver una denuncia por abuso de armas y amenazas que habría propinado Mol Villa.
La autopsia al cuerpo de Villa detectó que además del proyectil que le causó la muerte, tenía varios más de episodios anteriores. Es importante recordar que cumplió 15 años de cárcel por matar a Juan Domingo Vergara, de 52 años y Vicente Hernández, de 49, en 2002.
Los defensores de Lamadrid, Damián Torres y Manuel Maza, aseguran que demostrarán que su cliente actuó en legítima defensa en una situación de peligro inminente.
El gobernador Weretilneck mostró un firme apoyo a los policías, que como en este caso, cumplen con su deber.